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20 de diciembre: las traiciones, método del éxito de la invasión militar de los Estados Unidos

Han pasado 33  años de la invasión y es el momento de desclasificar información de inteligencia  

El factor clave para que Estados Unidos tuviera éxito, fue la gran penetración que sufrieron las Fuerzas de Defensa a lo largo de los 3 años de conflicto (1987,´88 ´89) desde el primer golpe del 16 de marzo y el golpe del 3 de octubre de 1989,  reveló el mayor retirado Felipe Camargo, analista de inteligencia y seguridad.

En declaraciones a La Verdad Panamá, Camargo expresó que han pasado más de 30 años de la invasión y es el momento de  desclasificar información de inteligencia.

El 3 de octubre de 1989, a partir de ese momento, el gran Manuel Antonio Noriega pierde el control interno de las Fuerza de Defensa. El control en la práctica fue ejercido por el G-2 nombrado a partir del 3 octubre, teniente coronel fallecido, Rafael «Rafito» Cedeño. 

«Rafito» Cedeño como era mejor conocido, ejerció el mando y el control desarrollando operaciones de inteligencia, en apoyo directo para el esfuerzo de guerra de los Estados Unidos.

Reveló Felipe “Pipe” Camargo que  fue «Rafito» Cedeño, quien confeccionó la lista del 3 de octubre de quienes iban a ser fusilados por la intentona golpista; “el objetivo real de producir una gran fractura y un golpe de impacto, un choque en la institución, fue maquiavélicamente craneado y ejecutado por «Rafito» Cedeño. Mandar a fusilar a un grupo de oficiales que, sí habían estado comprometidos directamente en el golpe del 3 de octubre”.

Con esto yo no quiero excusar al general Noriega porque su responsabilidad como comandante jefe en ese momento la incumplió, pero la verdad sea dicha, afirmó el también exescolta del general Omar Torrijos Herrera.

El 3 de octubre ya comienzan a desarrollarse los planes operativos para una invasión

Relata Camargo que es de todos conocido que el mayor Moisés Giroldi (QEPD), a través de  un familiar, había pactado un plan con la CIA, el cual no cumplieron los norteamericanos,  que consistía en  bloquear algunas vías de acceso y enviar un helicóptero para entregarle a Noriega a los norteamericanos.  Según fuentes, los gringos no cumplieron, porque evaluaron que era una estratagema de Noriega.

Lo cierto es que también habían «cuadros» del PRD en la conspiración; inclusive escribieron la proclama leída.

Los norteamericanos no cumplieron, se quedaron de brazos cruzados observando todas las acciones desde las faldas del Cerro Ancón, y dejaron en la estacada al mayor Giroldi. 

Pero también hay que desclasificar que “Manuel Antonio Noriega sí tenía conocimiento previo del golpe del 3 de octubre y lo tuvo también del golpe del 16 de marzo del 88”.

Un grave error que yo se lo manifesté, reclamé y me lo reconoció en El Renacer cuando lo visité en cuatro oportunidades. Le dije que no podía haber jugado con la institucionalidad de las Fuerzas de Defensa, manteniendo información de alto nivel de clasificación, dejándola correr para que los hechos se desarrollaran.

Esta mala decisión, esta mala acción de ejecución de Manuel Antonio Noriega de su propia responsabilidad por tener información clasificada, comprobada de que venían dos golpes y los dejó correr. Ese mal manejo de la crisis, al final le causó un mayor deterioro a las FFDD.

Pipe Camargo retorna a los hechos del 3 de octubre de 1989 cuando el teniente coronel Rafael Cedeño G-2 en funciones maniobra y con el único objetivo y cumpliendo instrucciones de los Estados Unidos supuestamente manda a fusilar a los oficiales que habían participado en el golpe del 3 de octubre.

“Otro importante hecho es que la Quinta Zona Militar ubicada en David, provincia de Chiriquí, era el punto más fuerte para una retirada estratégica y reconcentración del Gobierno. Yo había transportado varios viajes con armas y municiones desde Cuba”.

Al mando de la Quinta Zona Militar se encontraba el teniente coronel Luis del Cid quien había sido escolta primero y asistente de Manuel Antonio Noriega por muchos años, o sea que se conocían perfectamente .

Noriega lo nombró jefe de la Quinta Zona Militar al mando de la tercera compañía de infantería de Diablos Rojos, de una unidad de la UESAT , y la responsabilidad también al mando del Batallón Paz, que estaba en río Sereno .

Señala el mayor Camargo que eran tres fuerzas de combate y adicional toda la tropa de la fuerza regular de la zona militar. Un aproximado de 3.000 unidades.

En Chiriquí se habían ido acumulando armamentos y recursos logísticos para convertir a David en la provincia de la resistencia, por lo menos 48 horas ante el avance norteamericano. Ese fue el plan original que se manejó y se trazó con los cubanos.

Destaca Felipe Camargo que el general Noriega sabía y tenía que haberse trasladado a la provincia de Chiriquí donde estaba el coronel Luis del Cid quien le garantizaba su seguridad personal.

Sin embargo, gracias a una  filtración de inteligencia de los planes nuestros, los gringos a través de los SEAL atacaron el aeropuerto de Paitilla para inutilizar los aviones, operativo que lograron con un alto costo de vidas. Parte del plan era mantener  el río Tabasará como un bloqueo natural al avance de los fuerzas  militares de Estados Unidos, dando oportunidad en esas 48 horas para  que la ONU reaccionara.

Reveló también que el referido plan también tenía en consideración un refuerzo de apoyo de helicópteros de combate piloteados por rusos que iba a ser enviado por el Ejército Popular Sandinista (EPS).

“Pero qué pasó, el teniente coronel Luis del Cid fue penetrado por un capitán que no se sabía que estaba trabajando de forma infiltrada para los norteamericanos directamente con el jefe de comando sur General, Mark Cisneros como su edecán .

Este capitán fue jefe de una compañía de Infantería de Marina en Colón. La batalla de Coco Solo fue un combate que tuvo lugar el 20 de diciembre entre esa unidad y tropas de la 82da División Aerotransportada de los EEUU, que atacaron la base naval .

Su jefe, el capitán, que en violación a las órdenes recibidas, que era haber evacuado al personal de los cuarteles, hizo que la tropa se mantuviera en los cuarteles, lo cual tuvo una consecuencia fatal de bajas y esa unidad de infantería Marina que era una compañía fue prácticamente aniquilada y diezmada. Las tropas gringas los atacaron directamente al cuartel. El Capitán se fue y los abandonó, relató Camargo.

Este capitán, según Luis del Cid, me lo confiesa a mí, operando para los EEUU, lo llamó y le dijo que se rindiera, la base de la negociación, era que no lo iban enviar a los Estados Unidos .

El teniente coronel Luis del Cid le creyó y por intermedio de otro infiltrado un cura católico, pactó la rendición de la zona militar.

Se negocia y pacta un acuerdo respaldado por el jefe del Comando del Ejército del Sur, general Marc Cisneros quien había utilizado para los efectos a este capitán, que omito su nombre por razones obvias pero es la verdad histórica.

La invasión de Estados Unidos tuvo éxito fundamentalmente porque los aparatos de inteligencia militar del Ejército Sur y de la inteligencia de la CIA, fueron efectivos y lograron penetrar a la institución captando personal de oficiales , y clases, que en su momento jugaron su papel previo a la invasión y durante la invasión.

La traición fue la moneda de cambio para este personal que permitió que murieran muchos compañeros de armas, enfatizó.

Otras traiciones

También hubo traiciones o pactos que no se cumplieron con los Estados Unidos como el triunvirato de Endara, Arias Calderón y Billy Ford que habían logrado un acuerdo con los Estados Unidos de  llamar a elecciones máximo un año después de la invasión de 1989, lo que nunca cumplieron. 

“¿Como yo sé esta información? Estando preso en aislamiento por más de 35 días en la isla Naos y Perico, al momento que nos entregan a Panamá el 1 de febrero de 1990 al cese de las hostilidades”, expresó el mayor  retirado.  

Apunta el mayor Felipe Camargo que el coronel gringo al mando de la unidad de interrogatorio  al que estaban sometidos, les dijo que ellos los iban a liberar pero que el gobierno, el ministro de Gobierno y Justicia Ricardo Arias Calderón , les había pedido a EEUU  que los entregara, lo que en efecto se dio  en calidad de prisioneros de guerra reconocidos por la Cruz Roja Internacional.

Los entregaron, el 1 de febrero de 1990 a la cárcel Modelo, sin acusaciones, esto es importante, sin acusaciones de ningún tipo, agregó.

El coronel norteamericano nos informó que no nos preocupáramos, que ellos (EEUU), habían logrado un acuerdo con el triunvirato de que tenían que llamar a elecciones máximo en un año, para que asumiera el poder un gobierno elegido democráticamente y no por la fuerza militar de los EEUU.

La intención de los gringos era negociar su permanencia de sus bases con el nuevo gobierno elegido democráticamente .  

Les pidieron que se quedaran quietos que no organizaran resistencia interna. A un año de cárcel, nunca fue verdad porque ni Endara ni Arias Calderón cumplieron, nunca convocaron a las elecciones, se sentaron en el Palacio de las Garzas, pactando con el PRD.  

Los gringos traicionaron a la oligarquía que ellos impusieron por la fuerza.  

La invasión tuvo éxito y se hizo a base de traiciones, concluyó Felipe Camargo.

Fotos: tomadas del libro, La Invasión.