Hay que proteger la industria pesquera nacional de la que dependen cientos de familias
Dentro de dos días finalizará un período que en Panamá conocemos como “la veda del camarón” . La pesca del camarón es una actividad que le permite a cientos de panameños llevar el sustento a sus hogares.
Estos hombres de mar han sostenido la industria durante décadas y es casualmente el Puerto de Vacamonte el epicentro de esta actividad.
Uno de los actores en el área lo es casualmente Demetrio “Jimmy” Papadimitriu, descendiente de una familia que durante más de 40 años ha logrado sostener la industria y con ella permitir que mas de 500 familias sobrevivan a los embates del tiempo y la naturaleza.
Hoy conversamos con” Jimmy” sobre el futuro de la pesca en Panamá y su aporte al desarrollo económico del país.
¿Cuándo salen los barcos camaroneros a pescar?
La veda de la pesca de camarón se levanta el 11 de abril.
¿Cuántas vedas hay y cuántos meses al año trabajan?
Tenemos dos vedas que en su totalidad equivalen a 4 meses. Sólo se puede pescar aproximadamente 8 meses al año.
¿Cuántos días se quedan los barcos en alta mar pescando?
Los barcos pescan entre 17 a 20 días aproximadamente.
¿Dicen que los barcos acaban con el ecosistema del mar?
Eso es totalmente falso, es más los barcos que arrastran ayudan al ecosistema, limpiando el fondo del mar.
¿Cómo que limpian el fondo del mar?
Sí, toda la basura que se acumula en el fondo del mar los barcos la limpian y la traen a puerto. El plástico que tú ves en la desembocadura de los ríos termina de alguna forma flotando, pero mucha se sumerge al fondo del mar y los barcos camaroneros (que son barcos de arrastre) la recogen y la traen a puerto. Uno sólo ve un pequeño porcentaje del plástico en el mar, pero su gran mayoría termina en el fondo del mar, la tripulación la recoge y la trae a puerto para su desecho correcto.
¿Panamá protege su industria pesquera?
Creo que más que muchos otros países. Y desafortunadamente hay mucha
ignorancia de personas que no entienden el ciclo de vida del camarón.
El camarón madura en tres meses y vive sólo aproximadamente 2 años. Si no lo pescas de todas maneras muere. Y los pescadores son los más interesados en proteger su industria porque si la industria muere, ¿de qué van a vivir? Ellos están conscientes de limpiar el fondo del mar porque al camarón no le gusta la suciedad. No se reproduce cuando el fondo marino es sucio.
¿Cuál es el problema más grande que usted ve para la industria pesquera?
Cero apoyo al pescador y lo único que se le presentan son más obstáculos todos los años. Somos aproximadamente medio millón de panameños que vivimos de la pesca directa o indirectamente.
¿Cómo le va a la industria de exportación?
De mal en peor. Hay que buscar nuevos mercados y la competencia de camarón de cultivo nos está acabando. La industria pesquera no puede competir con los precios del camarón de cultivo a nivel internacional.
Antes en el puerto pesquero de Vacamonte éramos alrededor de 300 barcos, ahora si salimos 80 a pescar es mucho.
¿Cuál es el problema más grande que usted ve para la industria?
Hay un problema de seguridad muy grande. Los barcos están siendo atacados en alta mar por piratas que golpean a la tripulación y les quitan la pesca. Ya nadie quiere salir a trabajar por miedo que les pase algo. No hay un relevo generacional de nuevos pescadores, la edad promedio de los pescadores es de 60 años.
¿Qué piensa que el gobierno debería hacer para ayudar a la industria pesquera?
En otros países como Perú y Ecuador tienen Ministerio de Pesca, aquí
estamos relegados a una autoridad debajo del ministerio agropecuario.
Teniendo dos océanos y tanta fauna marina, hasta el nombre Panamá
significa abundancia de peces y mariposas. Hay oportunidades para la
juventud especialmente del interior que quieren trabajar, lo único es
que hay que escuchar al pescador y hacer un plan a corto, mediano, y
largo plazo para que Panamá retome su liderazgo en la industria
pesquera.
Como empresario, que está contribuyendo a sostener una industria tan complicada, como ve el futuro económico de Panamá.
Falta darle confianza a los inversionistas para que se arriesguen a poner sus recursos y de esta manera generar empleos. No van a darle empleos sino le damos confianza a los empresarios. Para ello, entre otros factores está el respeto a las leyes que deben empezar por los operadores de las normas. Hay mucha gente que nunca ha agachado el lomo, pero ni para vender una pastilla en uno de nuestros semáforos.