Reflexión Nota editorial (Mayo impreso)
El 4 de mayo pasado, se cumplió un año de las elecciones en las que el pueblo panameño le otorgó el voto de confianza a Juan Carlos Varela Rodríguez, para que administre el Estado dentro del marco del respeto a la institucionalidad democrática.
A escasos dos meses para cumplir su primer año como Presidente Constitucional de la República de Panamá, la percepción ciudadana dibuja su gestión algo tímida, con carencia de efectividad en temas básicos y con una economía rezagada, si la comparamos con los porcentajes de crecimiento anteriores a su mandato.
Las voces autorizadas del sector privado que se enfocan en la imperiosa necesidad de reactivar la dinámica económica del país, el salir al auxilio de los productores nacionales que se enfrentan a una competencia desleal, gracias una importación salvaje que atenta directamente contra su subsistencia y la falta de claridad en una estrategia de seguridad pública, que combata los alarmantes índices de violencia; son entre otras, las señales que nos llaman a una reflexión sobre el rumbo de la nación.
Urge que la administración Varela le dé el impulso necesario a su gestión, que presione a los ministros cuyas carteras no están en sintonía con las demandas de la gente, que no siente que sus condiciones de vida hayan mejorado sustancialmente.
Ministro que no demuestre compromiso, mejor que lo reemplace, señor Presidente.