Defensoría rechaza la castración química para violadores pero en Perú es un tema de debate
Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá
Panamá rechazó la aplicación de castración química para personas que cometen el delito de violación, pero en Perú el tema se encuentra en pleno debate para así frenar la reincidencia de esos abusadores.
Una sub Comisión de la Asamblea Nacional de Diputados hizo la consulta a la Defensoría del Pueblo, institución que sin titubear dijo que ese mecanismo es cruel y rechazó su aplicación en Panamá.
En Perú fue el propio presidente de ese país, Pedro Castillo quien planteó la aplicación de «medidas drásticas», como la castración química, contra los violadores de menores, tras la conmoción que ha causado la agresión contra una niña de 3 años.
«Basta ya de tanta violencia, los crímenes de violencia sexual contra los niños y niñas no serán tolerados por este Gobierno, ni quedarán impunes. El dolor de esta familia también es el nuestro, me siento indignado ante tanta crueldad», afirmó Castillo en un comunicado difundido por la Presidencia peruana.
Aquí la defensoría planteó ante una Subcomisión de la Comisión de Gobierno, Justicia y Asuntos Constitucionales de la Asamblea Nacional de Diputados, que se trata de una abierta violación a los derechos humante
Según la defensoría, la castración química es un método que va en contra de la integridad del ser humano, por lo que rechazó la aplicación de este mecanismo para impedir la reincidencia de delincuentes en actos de violaciones.
La Asesora Legal de la institución María Trujillo, indicó que la castración química es contraria a la Constitución Nacional y a convenciones internacionales ratificadas por Panamá, y se constituye en un trato cruel, inhumano y degradante.
Sostuvo que es un acto que viola además la Convención contra la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes y se constituiría en “un nuevo tipo de pena de castigo que no se encuentra establecido en la legislación penal vigente”.
El Mecanismo Nacional para la Prevención de la Tortura (MNPT), dirección adscrita a la Defensoría del Pueblo, aprovechó para proponer la adopción de la tortura, trato cruel discutido y aprobado por la Convención contra la Tortura de 1987, además de la imprescriptibilidad del delito de tortura en todas sus formas.
Destacó que, de esta forma, se estaría adecuando la legislación a los estándares internacionales establecidos por la Convención contra la Tortura y a su vez se cumpliría con lo dispuesto en el artículo 4 de la Constitución Nacional que señala que “La República de Panamá acata las normas de derecho internacional”.
El MNPT propone que el artículo 121 del Código Penal sea del tenor siguiente: “No prescribirá́ la pena en los delitos de terrorismo, tortura, de desaparición forzada de personas, y los crímenes contra el derecho penal internacional”.
La castración química consiste en la administración de medicamentos antiandrogénicos que anulan las funciones de las hormonas masculinas y, por tanto, también la conducta sexual del hombre.
No se trata, de una forma de esterilización, ya que los efectos son reversibles y tampoco se producen alteraciones físicas como en la castración quirúrgica, que consiste en la eliminación de testículos u ovarios.