El 64 % de la UE está gravemente afectada por la peor sequía en 500 años
Bruselas, 23 ago (EFE).- El 47 % de la Unión Europea se encuentra en una “situación preocupante” y el 17 % en “alerta” por la peor sequía que ha conocido el territorio de la UE en los últimos 500 años, según datos publicados hoy por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea.
“El 47% de la UE sigue en situación preocupante, lo que significa que las precipitaciones han sido menores de lo habitual y la humedad del suelo es deficitaria, y el 17 % de la UE está en alerta”, señaló en un comunicado el Ejecutivo comunitario.
Según los expertos del Centro Común de Investigación, la actual sequía “parece ser la peor desde al menos 500 años“, si bien los datos preliminares deberán consolidarse al final de la temporada veraniega en el hemisferio norte.
El estrés hídrico y el calor, agrega el Ejecutivo comunitario, empeoran “significativamente las perspectivas negativas anteriores sobre los rendimientos de los cultivos de verano” y afecta también a la generación hidroeléctrica y a los sistemas de refrigeración de otras centrales y al transporte fluvial.
La Comisión Europea prevé que el rendimiento del maíz en grano, la soja y el girasol en la UE caerán respectivamente un 16, 15 y 12 % respecto a la media de los últimos cinco años.
El informe de agosto del JRC señala que el agua almacenada en los embalses en España se sitúa “en torno al 58 % de la media de una década para el periodo, mientras que algunas regiones del sur (por ejemplo, Andalucía y Extremadura) se estima que están en torno al 30 % de los niveles medios de 10 años“, lo que hace que las condiciones sean también “extremadamente favorables para los incendios forestales”.
El riesgo de incendios forestales “es de alto a extremo en la mayor parte” de Portugal, donde la energía hidroeléctrica almacenada en los embalses es menos de la mitad de la media de los cinco años anteriores y alrededor del 25 % de los embalses podrían no satisfacer las necesidades de riego, agrega esa agencia comunitaria.
En Países Bajos, por ejemplo, la falta de agua ha afectado a la navegación comercial, la estabilidad de los diques, y los problemas de intrusión del agua de mar, además de obligar a reducir “la carga de los barcos afecta al transporte de carbón y petróleo”.