Dinero

Lula presenta una enmienda que le permite desbordar el techo de los gastos públicos

Río de Janeiro, 17 nov (EFE).– El equipo de transición del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó este miércoles al Congreso una propuesta que le permite al futuro Gobierno superar en 175.000 millones de reales (unos 33.654 millones de dólares) el techo de los gastos públicos previsto para 2023.

La propuesta de enmienda constitucional, que depende de aprobación en el Legislativo, fue entregada por el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, que coordina el equipo de transición, a las mesas directivas del Senado y de la Cámara de Diputados y a los ponentes en ambas cámaras de la ley de presupuesto para 2023.

Según el equipo de transición, tales recursos son necesarios para cumplir la promesa que hizo Lula durante la campaña electoral de elevar hasta 600 reales mensuales (unos 115,4 dólares) el subsidio que el Estado distribuye entre las familias más pobres, conocido como Bolsa Familia.

El presupuesto ya aprobado por el Congreso para 2023 reserva 105.000 millones de reales (unos 20.192,3 millones de dólares) para financiar el pago de un subsidio de 405 reales (unos 77,9 dólares) por mes a cada una de las familias beneficiadas por el Bolsa Familia.

El equipo de transición de Lula calcula que serán necesarios otros 70.000 millones de reales (unos 13.461,5 millones de dólares) para elevar el subsidio hasta los 600 reales prometidos por el líder progresista, que venció en la segunda vuelta de las presidenciales al actual jefe de Estado, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

Pero como el presupuesto aprobado no permite gastos adicionales sin incluir la fuente de los ingresos necesarios para financiarlos, la elevación del subsidio obligará al Gobierno de Lula a superar el techo de los gastos públicos previsto para 2023 y violar la principal ley que garantiza el compromiso del Estado con el saneamiento de las cuentas públicas.

Esta ley prevé que los gastos públicos tan solo pueden ser elevados al equivalente de la inflación del año anterior.

La propuesta del equipo de transición es que el Congreso le autorice a Lula gastar por encima de los gastos públicos no sólo los 70.000 millones de reales necesarios para financiar el aumento del subsidio a los más pobres sino todos los recursos destinados a este programa, que totaliza 175.000 millones de reales.

El dinero restante (105.000 millones de reales) sería destinado a financiar otros programas sociales de interés del futuro Gobierno, principalmente de salud y educación, así como el aumento del salario mínimo.

La propuesta de Lula es que tan sólo los recursos destinados al Bolsa Familia superen el techo de los gastos públicos pero no aclara si esa licencia sería tan solo para 2023 o para los 4 años de Gobierno del líder socialista (2023-2026). El texto tan sólo indica que el plazo aún es “indeterminado”.

Por tratarse de una enmienda constitucional, la propuesta tiene que ser aprobada por tres quintas partes de cada Cámara legislativa, es decir por 308 de los 513 diputados y por 49 de los 81 senadores, pero aún se desconoce si Lula cuenta con suficiente respaldo legislativo.

El proyecto, además, tiene que ser aprobado antes del 31 de diciembre para que pueda regir en 2023, por lo que dependerá del Congreso elegido en 2018, cuando Bolsonaro venció las presidenciales, y no por el elegido en octubre pasado y que solo asumirá en febrero próximo.

La intención del futuro Gobierno de superar el techo de los gastos públicos ha provocado fuertes oscilaciones en el mercado financiero en los últimos días ante el temor de un aumento del histórico y ya elevado déficit en las cuentas públicas brasileñas.

Tales temores se agravaron la semana pasada cuando Lula dijo que la prioridad de su Gobierno serían las políticas sociales y no la responsabilidad fiscal.

Foto EFE