Dinero

Panameños realizan compras de última hora en busca de jamones cuyos precios están inaccesibles

Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá

Miles de panameños salieron de sus casas en horas de la tarde para realizar compras de última hora, una costumbre muy arraigada en algunos nacionales que abarrotaron los principales centros comerciales del país, en busca de comestibles para la cena navideña y el apetecible jamón, cuyo precio está por las nubes.

Un número inusual de pasajeros hacia la ciudad capital en transporte público y vehículos particulares fue notado en las terminales del tren, compradores que salieron en busca de ofertas y de un jamón que no puede hacer falta en la cena navideña.

La carne de cerdo, un gustoso alimento convertido en jamón, es parte de la costumbre y cultura de los panameños, pero que este año, brillará por su ausencia en la mesa de las familias con menos poder adquisitivo.

Los jamones no bajan de 30 dólares y precisamente ese es el dinero que tenía para la cena de esta noche”, ripostó la señora Gladys Caballero, una ama de casa de 65 años que vio truncado su sueño de llevar un jamón a su casa.

En ese mismo espejo se ven reflejados miles de panameños que no podrán tener una cena navideña con su tradicional jamón, ante el exorbitante precio que tiene este producto un año en el que las personas celebrarán la navidad sin ninguna restricción, después de dos años de pandemia.

El presidente de la Unión de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (Uncurepa), Pedro Acosta recomendó a los panameños de escasos recursos adquirir carne de cerdo fresca y prepararla para celebrarlo junto a los suyos la navidad.

Aseguró Acostó que lo importante es pasarla junto con la familia y degustando los alimentos que estuvieron al alcance de la economía familiar.

Recordó que un buen pescado asado, sinónimo de abundancia, o un pollo en reemplazo de un pavo, en estos tiempos de carencia, son una buena alternativa para que los panameños de escasos recursos celebren la navidad dignamente.

Este año el gobierno no vendió jamones, producto que era ofrecido a precios populares y que ayudaba para que las personas con menos dinero pudieran comer jamón en la cena del 24 de diciembre.