Hunter Biden se declarará no culpable de cargos relacionados con posesión ilegal de armas
Washington, 19 sep (EFE).- Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense, Joe Biden, tiene previsto declararse no culpable de los tres cargos criminales que se le imputan por haber mentido y asegurado que no estaba consumiendo drogas cuando compró una pistola.
Al declararse no culpable, el caso podría ir a juicio, lo que significa que el proceso coincidiría de lleno con la campaña para las elecciones presidenciales de 2024, en las que Joe Biden opta a la reelección.
Específicamente, el abogado de Hunter Biden solicitó al juez que la audiencia para la lectura formal de los cargos se realizara por videoconferencia en lugar de en persona y, en ese documento, reveló que su cliente planea declararse no culpable.
“El señor Biden se declarará no culpable, y no hay razón por la cual no pueda decir esas dos palabras durante una videoconferencia”, escribió Lowell.
Estos cargos podrían conllevar una pena máxima de hasta 25 años de prisión, aunque las penas suelen ser menos severas para aquellos que, como Hunter Biden, no tienen antecedentes penales.
Según el escrito de acusación, en torno al 12 de octubre de 2018, Hunter Biden mintió al asegurar que no estaba consumiendo drogas cuando compró una pistola Colt Cobra de calibre 38.
La prueba de que mintió es una declaración que deben rellenar todos aquellos que compran armas en EE.UU. y en la que el hijo del presidente certificó que “no era consumidor ilegal ni adicto a la marihuana o cualquier depresivo, estimulante, narcótico o cualquier otra sustancia controlada”.
En realidad, según la acusación, Hunter Biden sabía que “esa declaración era falsa y ficticia” y, aún así, se la entregó al vendedor de la pistola para poder hacerse con ella.
Hunter Biden, de 53 años, ha reconocido públicamente que durante años batalló con la adicción al alcohol y las drogas, que se vio agravada tras la muerte de su hermano Beau en 2015 por un tumor cerebral.
Las pesquisas contra Hunter Biden se abrieron en 2018 durante el mandato de Donald Trump (2017-2021) y ha sido utilizada por los republicanos para atacar al presidente demócrata, al que acusan de no haber hecho ningún esfuerzo para llevar esta indagación hasta el final.
El Gobierno de Biden, sin embargo, ha hecho todo lo posible para mostrar que la investigación se desarrolla de manera independiente y, entre otras cosas, mantuvo a cargo de la investigación al fiscal David Weiss, nombrado por Trump y que fue quien inició las indagaciones.