Reportajes

Mujeres fuertes, mujeres inquebrantables, mujeres del campo

Por: Ashley Powell

Siempre escuchamos hablar del papel de la mujer tradicional y las grandes contribuciones de la mujer corporativa y emprendedora, papeles magníficos que, por supuesto no debemos de dejar pasar por alto; pero qué hay de aquella mujer campesina que enfrenta retos específicos y únicos como: mujer, madre y esposa.

Existen historias impresionantes como la de Lidia una mujer de 50 años que llevaba una hamaca al campo para dormir a su bebé mientras ella cumplía sus labores en la agricultura, la de América quien tiene que buscar agua en galones a dos horas de su hogar en Terable, repitiendo esta rutina cada tres días, la de Xista una mujer que se levanta a las 2:00 a.m. para prepararle todo a su esposo y comenzar a trabajar en apoyo a la siembra.

Estoy casi segura de que has encontrado en la carretera algunas vallas publicitarias con imágenes de mujeres hermosas que muestran una sonrisa inspiradora y representan a la mujer agrícola para alguna empresa u organización, pero definitivamente esta no es una representación genérica, hay mucho más que exponer para lograr concientizar a la población de los roles y duelos de estas grandiosas mujeres.

Su papel como agricultora no es fácil, la mayoría no culmina su educación y lo básico que saben hacer es escribir su nombre y leer unas cuantas líneas, para ellas su prioridad son sus hijos, su familia, mantener la cosecha de yuca, ñame, arroz, maíz y la cría de pollos, puercos y vacas, tareas lo suficientemente valorables, pero poco expuestas.

Cada una con un deseo especial, Lidia, por ejemplo, siempre tuvo el sueño de ver a sus 5 hijos preparados profesionalmente para la vida, porque, aunque no fueron parte de un sistema educativo tienen vasto conocimiento de que esta es una salida digna y honrada de superación, y al enfrentarse por tantos imprevistos en la vida como mujer agricultora, anhelan que sus hijos tengan oportunidades fuera del campo.

Por su parte, América y Xista mujeres adaptables que sus caminos y la relación con el campo fueron sujetas gracias a sus esposos, ejemplos de todo terrero que se acomodaron a los desafíos de la vida y aprendieron de las circunstancias.

Han encontrado diferentes modos de adaptarse y contribuir al trabajo agrícola como el de llevar a sus bebes en chinchorros, una especie de hamacas que les permite llevarse a sus hijos a las jornadas laborales, aprovechar las siestas de los pequeños para adelantar labores y levantarse muy temprano para que las horas les alcancen.

A pesar de estas fuertes tareas la palabra estrés no existe en su vocabulario, solo expresan frases de inspiración donde reconocen que no es fácil, pero gracias a su emprendimiento y fortaleza han podido sacar adelante a hijos y en algunos casos nietos.

También se han convertido en líderes, como Xista que tuvo la oportunidad de capacitarse; su liderazgo y participación la ayudado a ser guía para otras mujeres, demostrándoles que pueden ser independientes, autónomas y crear sus propios ingresos, reconoce que la base de su avance es la educación, elemento importante para empoderar a las mujeres del sector agrícola.

Son cada una de estas historias, las que nos muestras la realidad del sector femenino agrícola y que, además, nos arranca las vendas y nos enseña la vida real de una mujer campesina el cual está llena de sacrificios que valen la pena conocer.

Cabe destacar que, gracias a revistas como Cultura Mujer, podremos conocer más acerca del día a día de mujeres fuertes, mujeres inquebrantables, mujeres del campo.

Foto Revista Cultura Mujer