Expresiones

Diversificación Comercial: La Clave para el Crecimiento de Panamá en el MERCOSUR

Por Edwin Cuevas Rodríguez

Profesor Universitario y Diplomático de Carrera

La participación de Panamá en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) representa una oportunidad histórica para diversificar su economía y fortalecer su posición en el comercio internacional. A medida que el país busca convertirse en un “Estado Asociado” del bloque, surge la necesidad de explorar nuevas propuestas comerciales que no solo beneficien a los sectores productivos, sino que también promuevan un comercio más justo y sostenible.

El MERCOSUR, constituido en 1991, ha evolucionado para convertirse en un importante bloque económico en América del Sur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, con Venezuela suspendida. Este mecanismo tiene como objetivo fomentar la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos. Para Panamá, unirse a este grupo significa acceder a un mercado de más de 260 millones de personas y aprovechar las oportunidades de exportación que ofrece.

La diversificación comercial se presenta como una estrategia clave para Panamá. Históricamente, el país ha dependido de un número limitado de productos para sus exportaciones. Sin embargo, al integrarse en el MERCOSUR, Panamá puede ampliar su oferta exportable, incluyendo productos agroindustriales, servicios logísticos y tecnológicos.

Por ejemplo, el sector agrícola panameño podría beneficiarse al exportar productos frescos y procesados a un mercado que demanda alimentos de calidad, repito de calidad y no de cantidad… A su vez, la industria de servicios, especialmente en logística y turismo, puede encontrar un terreno fértil para el crecimiento, aprovechando la posición geográfica estratégica de Panamá.

No obstante, la integración al MERCOSUR no está exenta de desafíos. Algunos sectores empresariales expresan preocupaciones sobre la posible saturación del mercado local debido a la competencia de productos de países como Brasil y Argentina, que cuentan con economías más robustas.

Es crucial que el gobierno panameño, en colaboración con el sector privado, establezca un marco claro para las negociaciones comerciales. Esto incluye definir estrategias de protección para productos locales y asegurar que la apertura de mercados no comprometa la producción nacional.

Decía el ganador del Premio Nobel de Economía en 2008 por su análisis de los patrones del comercio y la localización económica Paul Krugman, “El gobierno tiene un papel fundamental en la economía, no como una entidad destructora, sino como un baluarte contra los abusos y como una forma de promover la igualdad de oportunidades,”

En otra opinión sobre la posible adhesión, el especialista en inteligencia competitiva y escritor de “La Ruta de la Seda y Panamá” el Dr. Eddie Tapiero, nos expresa que, desde la guerra comercial entre Estados Unidos y China en el 2018, el mundo ha cambiado.  Los países han empezado a utilizar medidas proteccionistas para garantizar su seguridad nacional, alimentaria, energética y climática, entre otras, introduciendo barreras al comercio y nuevas políticas industriales.  Para que la adhesión sea una verdadera conquista para los ciudadanos, es necesario tener una visión concreta y cuantificada de los beneficios de esa adhesión.  Esto debe partir de una visión país, producto de un ejercicio de planificación que conlleve a una política exterior en línea con esos beneficios a lograr.

La diversificación no solo se trata de aumentar la cantidad de productos exportados, sino también de promover un comercio más justo. Panamá debe buscar acuerdos que incluyan cláusulas de sostenibilidad y responsabilidad social como lo han mencionado muchos en diferentes medios de comunicación, garantizando que los beneficios del comercio se distribuyan equitativamente entre todos los sectores de la población.

Al mismo tiempo, es fundamental fomentar la capacitación y el desarrollo de capacidades en los sectores productivos que tanto lo necesitamos, para que puedan competir efectivamente en el nuevo entorno comercial. Esto implica invertir en tecnología, innovación y formación de recursos humanos.

La diversificación comercial es, sin duda, la clave para el crecimiento de Panamá en el MERCOSUR. A medida que el país avanza hacia una mayor integración, es esencial que se adopten enfoques estratégicos que no solo amplíen las oportunidades comerciales, sino que también promuevan un comercio internacional más próspero, justo, equitativo, inclusivo, sostenible, donde todos como bloque salgamos beneficiados.