Adrenalina

Flick o por qué el socio 149.842 es el mejor fichaje del verano del Barça

Barcelona, 1 sep (EFE).- Después del frustrante ‘mercato’ del Barcelona, lastrado por el ‘fair play’, en pocas jornadas se ha demostrado que seguramente el mejor fichaje en este inicio de curso está en el banquillo por la impronta de Hansi Flick al frente del equipo azulgrana.

Flick siempre había estado en la lista de candidatos de Joan Laporta. Pero cuando llegó, estaba Ronald Koeman en el banquillo. Después se inició la etapa de Xavi Hernández y tras su rocambolesca salida, el extécnico del Bayern y exseleccionador alemán se hizo con el mando de las operaciones.

Según admiten a EFE fuentes de la entidad azulgrana, Flick fue “una opción real” antes de la llegada de Xavi. De hecho el Barça abrió la vía técnica alemana, pero no concretó ninguna incorporación entonces.

El alemán es la antítesis de Koeman y de Xavi. No pertenece al denominado entorno azulgrana, no había jugado nunca antes en el Barça, desconoce el idioma, tiene otra visión diferente del fútbol y tampoco conoce las filias y las fobias de los medios de comunicación.

Su discurso en la sala de prensa es plano, no da titulares. El Barça lo fichó a finales de mayo y tardó dos meses en presentarlo, un día en el que Laporta le entregó un carné de socio con el número 149.842.

Habla poco de fútbol, nada sobre jugadores que no son azulgranas y desde el primer minuto decidió impregnarse de lo que es el club.

De hecho apareció por sorpresa en Colonia (Alemania), cuando el Barça de balonmano se jugaba la fase final de la Liga de Campeones, lo que fue interpretado como un síntoma de la implicación del técnico en el proyecto.

Para entonces, seguro que ya se había leído la carta que nada más fichar por los azulgrana le entregó Laporta, un escrito en el que le hablaba sobre todo lo que tiene que saber un entrenador del Barça.

En la carta le explicaba qué es lo de ‘Més que un club’, que el Barça representaba a un país, en la que le hablaba de su historia, de sus valores, de que es propiedad de los socios y para que entendiera la forma de ver el fútbol y la vida en azulgrana.

Y para continuar con su particular ‘máster’ en barcelonismo, Flick pidió cita para reunirse con Pep Guardiola, el gran gurú, para que no se le escapara nada, ni de lo que ocurre sobre el césped ni de lo que pasa en el laberinto de despachos.

Por eso le costó poco entender que la piedra filosofal del éxito en can Barça está en La Masia, en los jóvenes jugadores se debe apoyar todo el proyecto, un camino abierto últimamente por Ronald Koeman y Xavi Hernández.

El neerlandés abrió las puertas del primer equipo a Gavi, Alejandro Balde, a Ansu y a Ronald Araujo y no dudo en darle galones a Pedri González. Por el camino se quedaron Óscar Mingueza o Ilaix Moriba.

Xavi Hernández hizo debutar a quince canteranos, entre los más destacados Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Fermín López, Héctor Fort, Marc Casadó o los que ya se fueron como Marc Guiu o Ferran Jutglà, entre otros.

Y Hansi Flick ha seguido con el mismo plan y en cuatro partidos ya han debutado Marc Bernal, a quien antes de su lesión le dio la batuta del mediocentro, Pau Víctor o los defensas Gerard Martín y Sergi Domínguez.

De todos ellos, Pedri, Lamine Yamal, Cubarsí y Casadó son titulares; Fermín es un habitual, como también lo serían Ronald Araujo, Marc Bernal, Gavi o Ansu Fati, si no estuvieran lesionados.

La filosofía de Flick es el trabajo, se siente cómodo en el banquillo, donde imprime maestría a sus jóvenes jugadores, no le gusta hablar con los medios, ni sacar pecho cuando el equipo firma una goleada y ofrece un perfil humilde desde su llegada.

“Está impactado por el trabajo en la Masia, pero sobre todo por los jugadores que ha visto desde su llegada. Ya en su periodo de formación como técnico, hace unos cuantos años, viajó para conocer los métodos de la academia del Barça”, cuentan a EFE desde la cuna del barcelonismo.

En el seno del club, valoran que Flick conviva la rigidez germánica con la inspiración mediterránea. “Se deja aconsejar mucho, es cariñoso y amable en las distancias cortas y huye siempre de los conflictos”, aseguran desde el vestuario.

Ha descubierto que Deco es uno de sus mejores aliados y está muy satisfecho con el trabajo de los preparadores físicos. Todo lo demás, se lo sabe.

Conocía a los futbolistas y sabía que no necesitaba fichar a un mediocentro, porque sabía quién era Marc Bernal, y deja volar a Raphinha, porque considera que es el as oculto, como lo demostró ante el Valladolid con su primer triplete como profesional.

Pero no se acaban aquí los planes de Flick. Está expectante para que la vuelta de Frenkie de Jong y de Ansu Fati le den más opciones en su alineación, como cuando vuelva Gavi o recupere a Ronald Araujo.

Mientras tanto, seguirá bajándose de su coche a la salida de la ciudad deportiva cada vez que los aficionados se lo pidan y se hará fotos con ellos. Y seguirá mimando a sus jugadores, incluso en público, como ayer cuando abrazó a Héctor Fort mientras le explicaba por qué no había jugado.

Así es Flick, el socio 149.842 del Barça. Dicen que el mejor fichaje del verano azulgrana.

Foto EFE