Diagnóstico temprano de cáncer de mama reduciría los costos de atención médica a la mitad
Los hallazgos del reporte “Mejorando los resultados para mujeres con cáncer de mama triple negativo en América Latina: Un análisis extendido”, del Instituto Sueco de Economía de la Salud (IHE, por sus siglas en inglés), resaltan los desafíos y oportunidades que enfrenta la región en la lucha contra el cáncer de mama triple negativo (CMTN), uno de los más agresivos y difíciles de tratar. El informe subraya la necesidad de introducir innovaciones terapéuticas, fortalecer la detección temprana y mejorar la atención clínica, para reducir el impacto de esta enfermedad que en el 2022 registró en Panamá, una tasa de incidencia y mortalidad de 49 y 13 casos por cada 100 mil mujeres, respectivamente[2].
El cáncer de mama está compuesto por varios subtipos distintos que difieren en sus características biológicas[3]. Uno de los subtipos más desafiantes es el cáncer de mama triple negativo (CMTN), que abarca entre el 13% y el 21% de todos los casos de cáncer de mama en la región[4]. Este suele afectar a mujeres ligeramente más jóvenes y los tumores tienden a crecer más rápidamente en comparación con otros tipos. Lo que hace que la detección temprana, a través de la autoexploración y de tamizaje, sea particularmente crucial[5].
Según el informe, las mejoras en la detección temprana del (CMTN) tendrían efectos significativos no solo en la salud de las pacientes[6], sino también en la economía y la sociedad[7], ya que el costo del tratamiento disminuiría considerablemente. Tratar a una paciente en la etapa I cuesta menos de la mitad que en la etapa IV, de acuerdo con un estudio en países latinoamericanos[8].
Además, más mujeres podrían continuar trabajando durante su tratamiento inicial o retomar sus actividades laborales tras finalizarlo, dado que los síntomas en las etapas tempranas del cáncer son menos severos[9]. Finalmente, una mayor reintegración laboral y la mejora en la supervivencia de un mayor número de mujeres con CMTN, reducirían los costos indirectos, como la pérdida de productividad relacionados con esta enfermedad,[10] que según un estudio citado en el informe resultan casi igualmente tan significativos como los costos directos[11].
Desafíos en la detección temprana del CMTN
El informe destaca que, en América Latina, es esencial que exista conciencia sobre los síntomas para facilitar la auto detección, ya que la mayoría de los países carecen de programas de detección efectivos[12]. Entre los retos actuales para la detección temprana del CMTN en América Latina, se encuentran la poca conciencia sobre los primeros signos del cáncer de mama, el miedo al diagnóstico entre las mujeres y la falta de médicos de atención primaria[13].
Panamá no es ajena a esta realidad, un estudio cualitativo en Panamá reveló que muchas mujeres sentían como si hubieran recibido una sentencia de muerte al ser diagnosticadas, en gran parte debido a su limitado entendimiento sobre el cáncer de mama[14]. Además, en el 2012 se identificó en el país un déficit de 200 radiólogos[15].
De acuerdo con datos presentados en la investigación, Panamá muestra un desafío significativo en cuanto al diagnóstico temprano del cáncer de mama, el análisis muestra que el 15% de los casos de cáncer de mama se diagnostican en el estadio I, el 40% en el estadio II, el 34% en el estadio III, y el 11% en el estadio IV. Esto significa que un 55% de los casos en Panamá son diagnosticados en los estadios I y II, que son las fases más tempranas de la enfermedad[16].
Aunque este porcentaje se acerca al objetivo del 60% establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para diagnósticos tempranos, aún hay margen para mejorar los programas de detección temprana en el país, con el fin de alcanzar y superar dicho estándar y, en consecuencia, mejorar los resultados de salud de las pacientes[17].
Retos en el tratamiento del CMTN en América Latina.
El tratamiento óptimo del CMTN varía según la etapa de la enfermedad y las características del tumor. Un plan de tratamiento debe ser elaborado por un equipo multidisciplinario que incluya al menos a un radiólogo, radioterapeuta, patólogo, cirujano, oncólogo médico, oncólogo radioterapeuta, enfermera de cuidado de mama y administrador de datos de mama[18].El estudio reveló que existen dificultades para el acceso a equipos multidisciplinarios en América Latina[19].
En el caso de Panamá, se ha registrado una falta de médicos de atención primaria[20]. Según el Ministerio de Salud de Panamá (MINSA), la oncología figura entre las especialidades médicas más deficitarias[21]. Según el análisis realizado sobre el personal de salud en Panamá, por cada 1,000 habitantes, Panamá cuenta con 3 enfermeras y parteras y 2 médicos. Esta cifra es comparativamente baja en relación con los estándares internacionales, especialmente en comparación con los países miembros de la OCDE, que tienen un promedio de 10 enfermeras y 3 médicos por cada 1,000 habitantes[22].
En cuando a la inaccesibilidad geográfica de las instalaciones de tratamiento, un estudio de 2014 destacó los retos a los que se enfrentan las pacientes con cáncer de mama de las provincias de Chiriquí, Herrera, Los Santos y Veraguas. Descubrió que la gran mayoría (75%) señaló la distancia a los centros de tratamiento como su mayor problema, y el acceso al transporte constituyó una dificultad significativa para el 49% de ellas. Además, un proyecto de Fundacáncer en 2022 demostró que numerosas pacientes necesitan utilizar diversos medios de transporte, como lanchas, autobuses y taxis, para llegar al ION[23]
Innovaciones Terapéuticas y Tratamientos: Las pacientes con CMTN pueden ser tratadas con cirugía, radioterapia, medicamentos oncológicos (terapia sistémica) o una combinación de estas modalidades de tratamiento. Las opciones de terapia sistémica en CMTN han sido históricamente limitadas a la quimioterapia. Desde 2018, han surgido nuevas opciones a nivel mundial con la introducción de inmunoterapia y terapia dirigida a mutaciones especificas tanto en el CMTN en etapas tempranas y avanzadas. A partir de 2022, las guías clínicas internacionales del NCCN recomiendan estas novedosas opciones de tratamiento[24].
Epidemiología y características del CMTN: En general, el informe señala que la tasa de incidencia de cáncer de mama en América Latina aumentó de 33 casos por cada 100,000 mujeres en 1995 a 70 casos por cada 100,000 mujeres en 2022[25]. Según el estudio, un factor que contribuye a la relativamente baja tasa de supervivencia de CMTN es su tendencia a reincidir (es decir, regresar) después del tratamiento inicial[26]. El documento resalta que un aspecto crucial para tener en cuenta es que las tasas de supervivencia no son uniformes para todas las mujeres dentro de un mismo país[27]. Tal es el caso de Panamá, donde el tiempo de supervivencia mediano para pacientes de cáncer de mama con fechas de diagnóstico y fallecimiento registradas entre 2012 y 2016 en el Registro Nacional de Cáncer (RNC) y el Instituto Nacional de Oncología (ION) en la provincia de Panamá Oeste es más del doble que en Colón (94)[28].
Recomendaciones para mejorar la atención: El reporte presenta una serie de recomendaciones agrupadas en tres áreas clave: fomentar la alfabetización en salud para promover la detección temprana, garantizar una entrega óptima de atención y considerar la adopción de innovaciones en la práctica clínica[29]. La implementación de estas recomendaciones requerirá la colaboración entre diversos actores, incluidos grupos de apoyo para pacientes, profesionales de la salud, hospitales, asociaciones médicas y las autoridades de salud pública.