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No caben en las cárceles: Más de 9 mil aprehendidos en mes y medio, según números de la Policía Nacional

Javier Collins Agnew / La Verdad Panamá
En un período que va del 7 de octubre al 19  de noviembre, la Policía Nacional ha reportado la aprehensión de 9 mil 66 personas en diversos operativos realizados en todo el país, una cifra sin precedentes que ha despertado preocupaciones entre expertos, organizaciones de derechos humanos y la ciudadanía en general.
Este número elevado plantea preguntas sobre la capacidad del sistema penitenciario, el respeto a los derechos fundamentales y la efectividad de estas medidas para combatir la criminalidad.
De acuerdo con las propias estadísticas de la Policía Nacional, las aprehensiones han sido el resultado de operativos de seguridad enfocados en disminuir los índices delictivos. Los  delitos según las notas de  prensa de la Policía Nacional    que motivan  estas  aprehensiones  son, por oficio, faltas  administrativas, flagrancia, microtráfico y narcotráfico
Sin embargo, algunos expertos como el abogado y analista político Guillermo Cochez consideran que este tipo de acciones pueden estar más orientadas a inflar estadísticas que a resolver los problemas estructurales del país.
“No hay tanto espacio en las cárceles para albergar a los casi 9 mil 66 detenidos. Esto parece más un intento de mostrar actividad frente a la ola de violencia que nos afecta, que una estrategia bien fundamentada”, expresó Cochez.
Además, destacó que mientras estas cifras suben, continúan reportándose homicidios y decomisos de droga casi a diario, lo que refleja una contradicción en los resultados.
El sistema penitenciario panameño, históricamente conocido por su sobrepoblación y condiciones inadecuadas, enfrenta un reto monumental frente a esta avalancha de detenciones.
Centros como La Joyita, con capacidad para 3,000 reclusos, o La Joya, diseñada para 1,250, suelen operar muy por encima de su límite, cárceles que se han convertido en depósitos de humanos y en donde el hacinamiento ya es algo normal.
En el caso de la Mega Joya, esta cárcel tiene espacio para 5,500 personas, y podría albergar a los miles de detenidos, pero tampoco su capacidad es suficiente para absorber un aumento tan drástico de la población penitenciaria.
Según datos recientes, la sobrepoblación en las cárceles panameñas ronda el 30%, lo que genera condiciones de hacinamiento, tensiones internas y dificultades para implementar programas de rehabilitación, aunado a las miles de personas que aprehende la Policía Nacional mes tras mes, aunque esos números están siendo cuestionados.
¿Garantías de un debido proceso?
Diversas organizaciones han expresado su preocupación sobre la legalidad de estas detenciones. Maritza Cedeño, presidenta del Colegio Nacional de Abogados, enfatizó que si bien garantizar la seguridad ciudadana es fundamental, el respeto al debido proceso debe ser prioritario.
“Los operativos masivos de la Policía reflejan un país sin rumbo en su estrategia de seguridad. Si estas detenciones son mayoritariamente por faltas administrativas y no delitos graves, indica que estamos en un escenario distinto al que se proyecta.
No obstante, cada caso debe manejarse con apego a las garantías constitucionales para evitar violaciones de derechos humanos”, sostuvo Cedeño.
El elevado porcentaje de aprehensiones por faltas administrativas no deberían ser contabilizados en los informes policiales, toda vez que no se tratan de delitos y no conllevan una pena de cárcel, sostuvo una fuente consultada.
Pero este alto número de detenciones que a diario anuncia con bombos y platillos la Policía Nacional, está generado desconfianza en la ciudadanía, que exige mayor transparencia por parte de las autoridades.
Hasta el momento, la Policía Nacional no ha divulgado cuántas de estas aprehensiones han derivado en imputaciones formales o condenas.
Sin datos claros sobre los tipos de delitos, los sectores más afectados y las medidas para garantizar procesos justos, el temor a prácticas arbitrarias y represivas se incrementa.
Algunos activistas de derechos humanos han cuestionado el propósito de estas cifras: “La falta de información detalla un panorama peligroso y pareciera que estamos frente a un sistema que actúa sin garantías, o ante una crisis que requiere ajustes profundos en los mecanismos de seguridad.
Esta ola de detenciones masivas está generando opiniones adversas que reclaman la necesidad de adoptar estrategias de seguridad que vayan más allá de generar números impactantes, de la que forman parte personas que no ponen un pie en la cárcel.
Los expertos coinciden en que el enfoque debe estar en abordar las raíces de la criminalidad, como la desigualdad, la falta de educación y las oportunidades laborales, en lugar de implementar medidas reactivas.
Mientras tanto, la sociedad panameña observa con atención los resultados de estos operativos, esperando que las autoridades respondan con claridad sobre el impacto real y sostenible de estas acciones en la seguridad del país.