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Mulino pide a embajada de Nicaragua no convertir sede diplomática en un centro político partidista

Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá

El presidente José Raúl Mulino emitió un llamado de atención a la embajada de Nicaragua en Panamá, donde se encuentra asilado el expresidente Ricardo Martinelli pidiéndole que la sede diplomática cumpla exclusivamente con las funciones de asilo, evitando convertirse en un centro de actividad política partidista.

En su habitual conferencia de prensa de los jueves, Mulino respaldó la postura del canciller Javier Martínez Acha, quien días atrás convocó a la embajadora nicaragüense para expresar la preocupación del gobierno panameño por las reuniones y declaraciones provenientes de la embajada.

Le pedimos a la República de Nicaragua que cumpla con los convenios internacionales de asilo. Tan sencillo como eso: no transformemos esa, ni ninguna embajada, en un centro político partidista, ni a favor ni en contra de nadie”, señaló Martínez Acha.

Mulino, por su parte, advirtió que esta es la primera advertencia formal al gobierno nicaragüense, subrayando que no se permitirá el uso indebido de las sedes diplomáticas en territorio panameño.

“Esperemos que la República de Nicaragua entienda esto. No estamos trabajando con un país común y corriente. Este es un gobierno que no respeta ni el derecho internacional ni el interno”, enfatizó Mulino.

El mandatario dejó abierta la posibilidad de tomar medidas más severas si esta situación persiste, aunque no especificó cuáles serían dichas acciones.

El llamado a la embajadora se interpreta como una señal de la importancia que este tema tiene para la administración panameña.

Salvoconducto

Mulino  señaló  que  no se ha  tomado ninguna decisión  sobre  el salvoconducto  del ex presidente Martinelli  y que él no tiene ningún problema  con el ex mandatario. Si él (Martinelli) lo tiene es ya otro tema.

En tanto, sectores políticos han señalado que el asilo otorgado a Ricardo Martinelli no debe ser motivo para desvirtuar las funciones de una embajada, mientras que otros exigen mayor rigor en el cumplimiento de las normas internacionales sobre asilo diplomático.

La relación entre Panamá y Nicaragua, ya marcada por tensiones, podría enfrentar un nuevo episodio de controversia si la situación no se ajusta a los estándares internacionales señalados por el gobierno de Mulino.