Transformación Energética en América Latina: El Rol Estratégico de Panamá
Por Edwin Cuevas Rodríguez
Doctor en Ciencias y Humanidades
Diplomático de Carrera
Siberia, celdas 5 y 6: Detenidos de confianza inicio con este encabezado mencionado por un amigo literario en darme ideas para futuros escritos, le prometí que es el título ganador de una novela que aún no he escrito. Dentro de diálogos y conversaciones salió esta síntesis relacionada para comenzar este articulo “La modernización y el avance tecnológico ocurren a tal velocidad que lo que hoy consideramos nuevo, en cuestión de horas, ya se convierte en parte del pasado”.
Inicio esta sátira, tal vez al estilo panameño y con la influencia del gran escritor José Saramago, quien cultivó un estilo de escritura único, caracterizado por el uso escaso de puntuación. Esto permitía una prosa fluida y continua, enfocándose, en como él decía: “la voz que resuena en la mente del lector, más que en los ojos que solo observan”. Así era el maestro, filosofía literaria, al corazón y la realidad,
América Latina hermosa por donde la veas, se encuentra en una encrucijada crucial en su desarrollo energético. La transición hacia fuentes de energía más sostenibles y la modernización de la infraestructura son temas centrales en este contexto. Este este enfoque exploraremos el panorama energético de la región, con una visión especial en Panamá y su potencial para convertirse en un Hub energético clave y sustentable.
La región ha experimentado un crecimiento notable en el sector energético, impulsado por la inversión en energías renovables. Países como Brasil, Chile y México están liderando la adopción de tecnologías limpias, con proyectos significativos en energía solar y eólica. Chile, en particular, ha establecido ambiciosos objetivos para ser un líder mundial en energía solar, mientras que México aprovecha sus vastos recursos solares en el desierto de Sonora.
Sin embargo, Brasil enfrenta desafíos relacionados con la sostenibilidad ambiental, ya que la deforestación y los cambios climáticos afectan su capacidad hidroeléctrica. Esto resalta la necesidad de diversificar las fuentes de energía y mejorar la gestión de recursos hídricos.
A pesar del crecimiento en la capacidad instalada, la infraestructura energética de la región presenta deficiencias significativas. La falta de interconexiones adecuadas limita el intercambio de energía entre países, lo que podría optimizar el uso de recursos y reducir costos. Además, la inconsistencia en las políticas energéticas y la falta de claridad regulatoria desincentivan la inversión extranjera directa.
Se recomienda que los gobiernos trabajen en la creación de entornos más estables y predecibles para atraer capital. En Argentina, por ejemplo, los cambios frecuentes en la normativa han generado incertidumbre entre los inversionistas.
La digitalización y las tecnologías inteligentes están revolucionando la forma en que se genera y consume energía. La adopción de redes eléctricas inteligentes (smart grids) es crucial para mejorar la eficiencia del sistema energético. Asimismo, la innovación en almacenamiento de energía, como las baterías de litio, es fundamental para integrar fuentes renovables intermitentes.
Países como Argentina y Bolivia, que cuentan con grandes reservas de litio, tienen la oportunidad de liderar en esta tecnología, siempre que desarrollen las capacidades industriales necesarias.
Oportunidades de Mercado
Las oportunidades de mercado que pueden ser aprovechadas por los actores del sector energético en América Latina. La descarbonización de la matriz energética abre un amplio campo para inversiones en energías renovables y eficiencia energética. La electrificación del transporte y la adopción de vehículos eléctricos también son áreas de crecimiento.
Colombia y Costa Rica están implementando políticas para promover el uso de vehículos eléctricos y desarrollar la infraestructura de carga necesaria. Es importante destacar que la incorporación de Panamá al Mercosur nos ofrece una variedad de oportunidades para expandir, o, mejor dicho, diversificar nuestra red de contactos en este mercado.
Panamá como Hub Energético
Panamá se posiciona estratégicamente como un Hub energético en la región. El proyecto de Interconexión Colombia-Panamá (ICP) es fundamental para el desarrollo del mercado eléctrico regional. Este proyecto permitirá el intercambio de energía eléctrica entre ambos países, facilitando el acceso a nuevas fuentes renovables y contribuyendo al crecimiento económico sostenible.
Con un costo estimado de USD 800 millones, el Interconexión Colombia-Panamá ICP, promete beneficios significativos, como la reducción de tarifas eléctricas y la optimización de recursos energéticos. La interconexión no solo mejorará la continuidad y confiabilidad del suministro eléctrico, sino que también ayudará a descongestionar las líneas de transmisión en Panamá.
La sostenibilidad y la responsabilidad ambiental son cada vez más relevantes en la estrategia energética de América Latina. La región debe equilibrar el crecimiento económico con la protección del medio ambiente, enfrentando problemas como la deforestación y la contaminación del agua. La adopción de prácticas sostenibles en todas las etapas de la cadena de valor energética es esencial.
De acuerdo con el balance energético proporcionado por Organización Latinoamericana de Energía OLADE y Sistema de Información Energética de Latinoamérica y El Caribe SieLAC, Panamá solo genera un 3% de su energía a partir de fuentes solares y un porcentaje igual de energía eólica, cifras que están muy por debajo de lo que se requiere para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que apuntan a alcanzar una meta próxima quizás de un 11%. en los siguientes años.
Ante esta situación, sería una excelente oportunidad para que la Secretaría Nacional de Energía de Panamá (SNE) proponga transformarse en una Autoridad Nacional de Energía. Esta transformación permitiría a la institución adaptarse más eficazmente a las nuevas tendencias y a la economía verde que el país está fomentando.
Leyendo entre líneas el “Energy Market Review 2024”, analizando, presenta un panorama optimista pero desafiante para el mercado energético en América Latina. La región tiene el potencial de convertirse en un líder mundial en energías renovables, siempre que se superen los obstáculos actuales relacionados con la infraestructura, la regulación y la adopción tecnológica. Con un enfoque en la sostenibilidad y la innovación, América Latina puede contribuir significativamente a la lucha global contra el cambio climático.
Pienso que Panamá, con su posición geográfica privilegiada y su desarrollo de proyectos como la Interconexión Colombia-Panamá ICP, está en camino de convertirse en un puente energético entre regiones, optimizando recursos y mejorando la seguridad energética de la región centroamericana hacia todo el continente americano.