Mala Praxis, Negligencia Médica y Yatrogenia: Impacto y Recomendaciones
Israel H. Cedeño-González
La atención en salud es un pilar fundamental en el bienestar de la población. Sin embargo, la relación paciente-médico puede verse comprometida por fenómenos como la mala praxis, la negligencia médica y la yatrogenia. Aunque a menudo se confunden, estos términos tienen matices diferentes que es importante entender para mejorar la calidad de la atención y mantener la confianza pública en los profesionales de la salud.
Definiciones
Mala Praxis: La mala praxis se refiere a la actuación de un médico que se aleja de los estándares aceptados de atención médica y que causa daño al paciente. Esto puede incluir errores de diagnóstico, tratamiento inadecuado, o fallos en brindar el seguimiento necesario. Un ejemplo común podría ser un cirujano que causa una lesión accidental a un nervio durante una operación, donde la técnica adecuada no fue aplicada.
Negligencia Médica: La negligencia se refiere a la falta de atención o cuidado que un profesional de la salud debe tener hacia sus pacientes. Para que se considere negligencia, debe demostrarse que el médico actuó de manera imprudente o con falta de diligencia. Un ejemplo clásico es el caso de un médico que prescribe un medicamento sin considerar las alergias de un paciente, lo que resulta en una reacción adversa grave.
Yatrogenia Médica: Este término hace referencia a los efectos adversos o complicaciones en la salud que son causados por la intervención médica misma. Esto puede incluir reacciones adversas a medicamentos, infecciones adquiridas en un hospital o complicaciones derivadas de una cirugía. Por ejemplo, un paciente que desarrolla una infección tras una intervención quirúrgica que no fue adecuadamente controlada es un caso clásico de yatrogenia.
Similitudes y Diferencias
La mala praxis y la negligencia médica tienen en común que ambos implican un fallo en el estándar de cuidado que debería ofrecer un profesional de la salud, resultando en daño al paciente. No obstante, la mala praxis puede incluir errores no necesariamente intencionados, mientras que la negligencia implica un grado de imprudencia o falta de atención.
Por otro lado, la yatrogenia se presenta como un concepto más amplio, que incluye cualquier daño que resulte de la intervención médica, ya sea causado por culpa del médico o no. Así, mientras que la mala praxis y la negligencia son prácticas directamente relacionadas al comportamiento del médico, la yatrogenia es una consecuencia de la intervención médica en sí misma.
Impacto en la Atención en Salud y la Confianza
La percepción de la mala praxis y la negligencia médica tiene un impacto profundo en la confianza que la población deposita en los profesionales de la salud y en el sistema de salud en general. Cuando ocurren incidentes de mala praxis o negligencia, muchos pacientes se vuelven más reticentes a buscar atención médica, lo que puede llevar a diagnósticos tardíos o al empeoramiento de condiciones de salud.
Los casos de yatrogenia pueden también afectar la percepción de los pacientes sobre la seguridad de los tratamientos médicos, provocando un aumento en la ansiedad y desconfianza. Al final, la confianza en los médicos y en el sistema de salud se erosiona, lo que puede tener consecuencias largas y graves en la salud pública al desincentivar el acceso a servicios de calidad.
Recomendaciones para Evitar la Mala Praxis, Negligencia Médica y Yatrogenia
- Formación Continua: Los médicos y profesionales de salud deben participar en formación continua y actualización sobre mejores prácticas y nuevas investigaciones médicas para minimizar la mala praxis y negligencia.
- Protocolos de Seguridad: Implementar protocolos claros para la administración de tratamientos, cirugía y medicación puede disminuir la incidencia de errores. Auditar y revisar estos procesos regularmente es crucial.
- Comunicación Clara: Fomentar una comunicación abierta y sincera entre médico y paciente es fundamental. Los médicos deben asegurarse de que los pacientes comprendan los riesgos y beneficios de cualquier tratamiento.
- Consentimiento Informado: Asegurarse de que los pacientes firmen un consentimiento informado y comprendan plenamente los procedimientos y sus implicaciones puede ayudar a proteger tanto al paciente como al médico.
- Atención Multidisciplinaria: Involucrar a un equipo multidisciplinario en la atención del paciente puede proporcionar una red de apoyo y supervisión, aumentando la seguridad del paciente.
- Cultura de Reporte de Errores: Fomentar una cultura en la que los errores se reporten sin temor a represalias puede ayudar a identificar y solucionar problemas antes de que afecten a los pacientes.
Conclusión
La mala praxis, la negligencia médica y la yatrogenia son fenómenos que afectan la calidad de la atención en salud y la confianza de la población en sus médicos. Comprender sus diferencias y similitudes es crucial para abordar y reforzar la calidad de la atención médica. Aplicar medidas proactivas puede contribuir a crear un entorno de atención médica más seguro y confiable, promoviendo así una mejor salud pública.
*Medico epidemiologo, salubrista y gerente. Gerente de Programa Nacional de Salud de Adultos MINSA. Director Medico en MiniMed Corp.