Siria sufre uno de sus peores atentados desde el derrocamiento de Al Asad con 20 muertos
Damasco, 3 feb (EFE).- Siria sufrió este lunes uno de sus peores atentados desde el derrocamiento del presidente Bachar al Asad el pasado 8 de diciembre por la explosión de un coche bomba en la ciudad de Manbech, en el norte de Siria, que causó la muerte de al menos 20 personas, la gran mayoría mujeres trabajadoras en el sector agrícola.
“Una explosión traicionera tuvo como objetivo nuestras familias civiles en la ciudad de Manbech, dejando a 20 mártires y varios heridos”, indicó la presidencia siria en un escueto comunicado, y añadió que el país perseguirá y juzgará “a los autores de este acto criminal”.
Las víctimas viajaban en una camioneta cerca de la cual un coche bomba explotó. El suceso ocurrió en una carretera de Manbech, situada al este de la ciudad de Alepo y controlada por rebeldes sirios proturcos, escenario de frecuentes enfrentamientos entre la alianza liderada por kurdosirios Fuerzas de Siria Democrática (FSD) y las facciones respaldadas por Ankara.
Sin reivindicación
La Defensa Civil siria, grupo de rescatistas conocidos como los cascos blancos, publicó fotografías y un vídeo del atentado, en el que se pueden ver cadáveres acumulados en la parte trasera abierta de una camioneta, donde estaban para ser trasladados a su lugar de trabajo.
La gran mayoría de las víctimas eran mujeres, aunque también murieron tres niños y un hombre, según la organización.
“Cada víctima tiene una familia y sueños. No son sólo números. Su camino en busca de una vida se convirtió en muerte y heridas. Se debe lograr justicia para ellos y los perpetradores de este crimen deben rendir cuentas”, indicaron los cascos blancos.
La presidencia siria indicó que “este crimen no pasará sin imponer los castigos más duros a sus responsables para que sean un ejemplo a todos los que piensan en jugar con la seguridad de Siria o hacer daño a su pueblo”.
Sin embargo, hasta el momento ningún grupo ha reivindicado la autoría de este ataque.
De hecho, las FSD, una alianza respaldada por EE.UU., negaron cualquier vinculación con la explosión en Manbech y tildaron este ataque como “terrorista”.
Afirmaron que la “cultura de las bombas, las luchas internas, el terrorismo, el caos y la discordia es parte inherente de las acciones de las facciones mercenarias afiliadas a Turquía”, en un intento de desvincularse de la explosión.
Asimismo, consideraron que se trata de una “estrategia” que usan los rebeldes sirios apoyados por Turquía de forma “constante” para “aterrorizar a la población e impedir que proteste contra las malas condiciones en Manbech”, enumerando los “robos, saqueos y violaciones” cometidos por “los miembros de los grupos proturcos”.
“Nuestras fuerzas, que tienen una amplia experiencia en detectar a criminales, ofrecen su experiencia en investigación a la administración de Damasco para descubrir cuáles son las verdaderas partes criminales que se encuentran detrás de estos bombardeos”, ofrecieron las FSD.
También señalaron que saben qué partes están tratando de “encubrir” estas acciones a través de “acusaciones prefabricadas” contra la facción kurdosiria después de los bombardeos con coche bomba que se produjeron en la zona, afirmando que los incidentes “no se han investigado” ni se han presentado “pruebas” hasta ahora y que es un intento de “desviar las sospechas” de los “verdaderos” implicados.
Manbech, escenario de ataques
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, se trata de la sexta explosión de este tipo en zonas controladas por facciones proturcas desde finales del pasado diciembre.
Hace dos días, el Observatorio informó de que nueve personas, entre ellas miembros de las facciones del Ejército Nacional Sirio (SNA, en sus siglas en inglés) -alianza de los rebeldes sirios, murieron y otras 15, entre civiles y niños, resultaron heridas en la explosión de un vehículo cerca de un emplazamiento militar.
Las facciones respaldadas por Turquía arrebataron a las FSD esta ciudad el pasado diciembre durante la ofensiva que derrocó a Al Asad y desde entonces, se han sucedido choques también en las inmediaciones de esta urbe.
Fotos EFE