Cuestionan gestión de la directora de la Senniaf por debilitamiento institucional y malas decisiones administrativas
Javier Collins Agnew / La Verdad Panamá
La gestión de la actual directora general de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf), Ana Fábrega ha sido duramente cuestionada por una fuente vinculada a la institución, quien señala debilitamiento en la estructura operativa, reducción de personal clave y una administración deficiente de los recursos asignados.
Según la fuente, la Senniaf, entidad encargada de la protección de niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, enfrenta una crisis interna debido a la falta de enfoque en las verdaderas necesidades de la población que atiende.
La fuente, que habló bajo el compromiso de no revelar su nombre, expresó su preocupación por la falta de una visión clara en la administración de la Senniaf.
«La Senniaf es una institución muy sensitiva; aquí se trabaja en la protección de niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad y cuando la perspectiva no va hacia ese fin, se pierde el rumbo», afirmó.
Uno de los puntos más criticados es la asignación de recursos y la contratación de personal. Según la fuente, la planilla ha sido inflada con salarios elevados para funcionarios sin experiencia en áreas clave.
«La jefa de Recursos Humanos, por ejemplo, gana un salario de más de cuatro mil dólares, pero no tiene la formación ni el tacto necesario para tratar con el personal. ¿Cómo se puede gestionar una institución tan delicada con este tipo de nombramientos?», cuestionó.
Asimismo, denunció que la Senniaf carece de suficientes profesionales capacitados para atender las necesidades de los menores.
«En lugar de reforzar la presencia de psicólogos y trabajadores sociales, se han incrementado puestos administrativos innecesarios», aseguró.
Otro aspecto preocupante es la infraestructura de la entidad. Según la fuente, la reubicación de oficinas a una nueva sede no ha mejorado las condiciones laborales ni el acceso a servicios básicos.
«Los espacios son reducidos, y el personal está agotado mentalmente debido a la falta de planificación», agregó. También se criticó la forma en que se han manejado los centros de protección para menores.
Mencionó que en la administración de Graciela Mauad la institución tenía tres centros de custodia, medida que es criticada porque la institución no puede ser juez y parte al mismo tiempo, es decir supervisar y a la vez administrar.
Actualmente la institución maneja un centro en el área de Tocumen, albergue donde hay un sinnúmero de problemas y hasta un cuarto de castigo donde son llevados los niños que presentan mala conducta.
Durante la administración de Mauad se abrió un albergue en el área de Howard, para la ubicación de menores de condiciones especiales, proyecto que fue un fracaso por evasiones y acciones de violencia de las internas y tuvo que ser cerrado.
«Se han registrado evasiones, agresiones y falta de control sobre la población atendida. ¿Quién garantiza que estos niños estén realmente protegidos?», cuestionó.
En cuanto a la directora actual, la fuente la describió como «una persona intransigente, que no sabe trabajar en equipo y que ha tomado decisiones sin considerar la experiencia del personal de la institución».
Además, señaló que su gestión ha estado marcada por la falta de comunicación y un enfoque más mediático que operativo.
«La Senniaf necesita una administración que ponga en primer lugar a los niños y adolescentes, no una que infle la planilla con puestos innecesarios mientras se reducen los recursos esenciales», concluyó la fuente.