Guerra arancelaria podría tener efectos directos en la economía panameña incluyendo despidos masivos
La decisión del gobierno de Estados Unidos de aplicar aranceles de hasta 105% a productos provenientes de China, y de entre 25% y 49% a mercancías importadas desde Vietnam, Camboya, Malasia y la Unión Europea, tiene repercusiones directas en la economía panameña, incluso un aumento en la tasa de desempleo, advirtió el profesor en economía, Olmedo Estrada.
Aunque Panamá enfrenta un arancel directo del 10%, la fuerte dependencia del país hacia las importaciones a través de distribuidores estadounidenses hace que el impacto económico sea igualmente significativo. “El problema es que muchas empresas panameñas no importan directamente desde China o Vietnam, sino que compran a distribuidores en Estados Unidos. Cuando estos productos pasan primero por territorio estadounidense, el precio final se encarece y el impacto nos llega igual”, explicó el también profesor universitario.
La economía panameña enfrenta un escenario complejo, en el que convergen la incertidumbre local, las tensiones geopolíticas y ahora una guerra arancelaria internacional encabezada por Estados Unidos.
Este fenómeno, conocido como impacto indirecto, a juicio de Estrada, podría derivar en el cierre de pequeñas y medianas empresas importadoras que verían inviable continuar operando. “Si tú ganabas un 10% en margen y ahora debes pagar un arancel del 25%, ya no hay ganancia. Mejor cierras el negocio”, afirmó Estrada.
La consecuencia inmediata sería la pérdida de empleos. Estrada advirtió que muchas empresas podrían verse obligadas a reducir personal o cerrar operaciones, debido a que los nuevos costos superan su capacidad de producción o importación.
“El impacto económico va a ser tan drástico que muchas empresas no van a poder soportar el alza en los precios. Las ganancias ya no dan para mantener una planilla. Eso puede llevar a despidos masivos”, afirmó. El especialista también alertó que esta situación no es exclusiva de Panamá, sino que tendrá repercusiones en toda América Latina.
Además del empleo, sectores clave como la industria de repuestos automotrices, electrodomésticos, línea blanca, textiles y tecnología, también se verán afectados. “Aquí hay muchísimas empresas que importan repuestos de autos desde Estados Unidos. Imagínese el impacto si esas piezas ahora cuestan miles de dólares más por el arancel”, comentó.
Los consumidores también enfrentarán el efecto directo del conflicto comercial. Productos como celulares, ropa, electrodomésticos y maquinaria ya presentan alzas considerables. “Un celular que antes costaba 200 dólares ahora puede llegar a 400. Una camisa que costaba 9.95 dólares, en poco tiempo puede costar 16 o 17 dólares”, aseguró Estrada.
No obstante, una actualización reciente proveniente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. informó que productos como teléfonos inteligentes y monitores de ordenador han sido eximidos de los llamados “aranceles recíprocos” impuestos por la administración Trump. La medida, vigente desde el 5 de abril, representa un alivio parcial para sectores tecnológicos y consumidores, aunque no cambia el panorama general de encarecimiento de productos básicos y de alto consumo.
En el caso de la industria, los insumos esenciales como el acero y el aluminio también se verán afectados. “Estos materiales tienen un arancel del 25% y son clave para fabricar automóviles, maquinaria y equipos”, indicó.
Otro punto mencionado por Estrada es el impacto en el Canal de Panamá. Al reducirse el comercio entre Asia y Estados Unidos, también disminuirá el tránsito de contenedores por la vía interoceánica. “Menos barcos, menos contenedores, menos ingresos para el país. Es un golpe directo a una de nuestras principales fuentes de recursos”, advirtió.
Destacó que gran parte de la mercancía asiática que llega a EE.UU. transita por Panamá. Con los aranceles, muchas empresas asiáticas están reconsiderando enviar productos a Norteamérica, lo cual golpea indirectamente al canal panameño.
Tratado de Promoción Comercial con Estados Unidos
Estrada advirtió sobre los riesgos que enfrenta Panamá con respecto al Tratado de Promoción Comercial (TPC) con Estados Unidos, el cual mantiene una amplia lista de productos libres de aranceles hasta el año 2026. Aunque actualmente el acuerdo protege a sectores sensibles como las carnes, la leche y el pollo, la situación podría cambiar si no se renegocia oportunamente.
“Si en 2026 el tratado finaliza y no se logra una renegociación clara, Estados Unidos podría aplicar su misma política arancelaria a Panamá. Ya lo intentaron con México y Canadá, y solo se detuvieron porque había un tratado vigente”, explicó el economista.
Además, advirtió que, si Estados Unidos llegara a incumplir lo pactado, Panamá tendría bases para acudir a organismos internacionales. “La Organización Mundial del Comercio ya ha advertido que violar tratados comerciales puede acarrear consecuencias legales y generar indemnizaciones millonarias”, puntualizó.