Expresiones

Una de cal y otra de arena…

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Por Amed  A. Arosemena A.    Comunicador Social

Las últimas semanas han sido muy contraproducentes en materia de percepción poblacional para la actual gestión gubernamental. El gobierno debe dominar el arte de “manejar los tiempos” y no caer en situaciones innecesarias.

La nefasta pretensión de implementar un nuevo impuesto a la gasolina generó un malestar colectivo de altas dimensiones, pero que algunos funcionarios gubernamentales tristemente defendieron a capa y espada en los medios de comunicación, y al final quedaron mal parados frente al anuncio del Presidente de la República, Juan Carlos Varela, de retirar el anteproyecto de ley que había sido presentado al pleno legislativo.

Lo irónico es que de todas formas la carabela es ñata y desde el pasado viernes 20 de febrero el combustible reflejó un incremento sin explicación ni justificación lógica alguna, y mucho menos cuando los precios del barril a nivel internacional mantienen un bajo precio. La sabiduría popular se pregunta ¿Si el combustible bajó por qué el precio de los productos no? ¿Por qué ahora que se refleja un nuevo incremento al combustible los productos si subirán de precio? Son interrogantes totalmente coherentes y válidas por parte de la masa poblacional que cada día despierta más lo ojos frente a situaciones tan inexplicables y que se traducen en un golpe certero y directo en el costo de vida de la gente.

Nosotros los comunicadores sociales, algunos por temor a represalias con los dueños de los medios en que laboran, no hemos tenido una legítima voluntad de dar a conocer al pueblo quienes son las familias panameñas detrás del oneroso y monopolístico negocio de los hidrocarburos en la República de Panamá, en contubernio con las petroleras. Mientras esto siga así seguiremos como población panameña con una de cal y otra de arena.