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Presos deben estar desangrándose o moribundos  para que los atiendan  en la clínica Virgen de la Merced

La violación a  los derechos humanos de  los  privados de libertad  en  varias  cárceles del país, generó  la presentación de una queja  formal  ante la Directora  General de  Salud Pública, doctora Nadja Porcell por la  falta de atención médica  eficaz y oportuna.

La  abogada  Nora  Santa de  Sánchez  señaló  a La  Verdad  que  la queja  va en contra  de los  tres  médicos  de la  clínica Virgen de La  Merced, asignada  para  brindarle  la atención médica a los reclusos  de los centros  penitenciarios  La Joya, La Joyita  y la  Mega  Joya.

En su nota  a la  doctora Porcell -la cual  no  han querido recibir-  denuncia  que  “estos médicos han dado órdenes a los custodios para no llevar a ningún recluso a la clínica al menos que estos se encuentren desangrándose, inconscientes  o muertos, palabras textuales que utilizan los custodios cuando los detenidos o específicamente mis clientes, le solicitan la atención médica”.

Bajo las indicaciones que ha girado su institución (MINSA), debido al Covid -19, para las personas con enfermedades crónicas, le informo al respecto que tengo más de un mes de estar solicitando mediante varias vías: Correos electrónicos, llamadas, notas, la evaluación médica de tres de mis representados que se encuentran detenidos en La Joya y La Mega Joya.

Mis solicitudes siempre han sido para que sean evaluados y sus expedientes clínicos sean enviados a la Dirección de los Centros Penitenciarios, para que, a su vez sean remitidos  a los respectivos Jueces de Cumplimiento, sin embargo, las gestiones  han sido infructuosas, afirma  en su  nota  a  Nadja  Porcell.

Explicó la  letrada  que la clínica de la  Merced  pertenece  al Ministerio de Salud, pero  existe un enlace  entre   esta entidad  y    la Dirección de  Servicios  Médicos  del Sistema  Penitenciario,  siendo la  encargada  Leticia  Peterson  a quien  le  deben llegar  todas  las solicitudes  sobre  atención médica, gestiones  que al  final  son fallidas  porque los  doctores no las  atienden. Incluso han  girado  instrucciones de que no le bajen gente que  no esté moribunda, quebrada  o agonizando, reiteró.

Considera  que  si bien,  el Instituto  de Medicina  Legal y Ciencias  Forenses  está cerrado  por el tema  de la pandemia  para  realizar  evaluaciones, en la clínica  la Merced  hay médicos  que son los  que  supuestamente  llevan las cuadrículas  de los  enfermos crónicos y deben  proveerles las medicinas  que  necesitan.

El cuadro es deprimente,  hay  enfermos del corazón,  diabéticos, hipertensos, con lesiones  en  los  pulmones, asmáticos, todos  requieren de una atención en salud  digna como todo  ser  humano  se  merece agregó.