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NO + ENGAÑOS AL PUEBLO, dice Frenadeso

Lejos de lo que muchos pensaban, los resultados de las elecciones de 2014 no resolvieron la crisis de la institucionalidad que arrastra el país. Por el contrario, ese contexto se ha agravado ahora con los llamados panamapapers y el caso Waked.

Panamá está en la mira de todo el mundo, consecuencia de las prácticas corruptas de la clase dominante que desde los albores de la República controlan a la nación.  Tanto en su forma como en su fondo, FRENADESO llamó a esa élite económica y política, Mafiocracia.

Para salvar el sistema y el status quo que ha beneficiado a la casta, ahora esa misma Mafiocracia impulsa sus acostumbrados diálogos nacionales.  Para ello, han solicitado como ya ha ocurrido en el pasado, a la jerarquía de la Iglesia católica que interpongan sus buenos oficios para tal fin.

Nuestra posición:

Existen antecedentes de mediaciones anteriores que perjudicaron al pueblo, por ejemplo alza del pasaje durante el gobierno de Mireya Moscoso, reformas a la ley de la Caja de Seguro Social durante el gobierno de Martín Torrijos, luchas del pueblo Ngabe Buglé, entre otros.

Qué mesa de diálogo puede constituirse entre gremios y sectores del movimiento popular teniendo como contraparte a los representantes de partidos políticos tradicionales, gremios empresariales y gobierno implicados en graves casos de corrupción y de robo a las arcas del Estado.  En las circunstancias actuales, sería como reunirse con Al Capone y su banda para pedirle que se comporten un poquito mejor.

Con la continuidad de diálogos falsos y nuevos pactos políticos entre los sectores de la clase dominante, lo que se pretende es buscarle una tabla de salvación a la partidocracia y Mafiocracia, cambiar algo para que todo siga igual, lo que implica la posibilidad de una caricatura de constituyente, contraria a una Asamblea Constituyente Originaria, con plenos poderes, como vienen planteando FRENADESO y otros sectores.

Igualmente, advertimos al pueblo, que tal pacto acarrea el peligro de nuevas imposiciones de nuevas medidas neoliberales, como la privatización total de los fondos de los asegurados, expulsión de los beneficiarios del sistema, aumento de la edad de jubilación (a 65 años como mandata el FMI) e incremento de la cuota obrera, aparte de la privatización del IDAAN y la aprobación de otros proyectos nefastos en ciernes.

Un nuevo pacto de la Mafiocracia, en tal sentido, implicaría impunidad para los sonados casos de corrupción que se ventilan en los tribunales nacionales o que hoy son escándalo a nivel internacional, lo cual rechazamos categóricamente.

Un pacto teniendo como interlocutores a exponentes de la Mafiocracia constituye una nueva burla al pueblo, sobre todo sin que se haya deslindado su responsabilidad frente a los hechos que han enlodado el nombre de Panamá.

¿Qué pretenden? ¿Qué con fondos del Estado se inyecten recursos a los bancos a los que el grupo Waked, adeuda entre 300 y 500 millones?

¿Qué hacer?

Estamos ante una maniobra, un nuevo pacto de la clase dominante para repartirse el botín del Estado y garantizarse más impunidad, a la que nos opondremos enérgicamente.  Basta de los diálogos de “Yo con Yo” y de pactos que han fracasado de manera constante y que solo han servido para que los partidos corruptos se alternen en el poder, buscando hoy además proteger las formas en que han obtenido sus ganancias, expuestas claramente en los escándalos a escala mundial de los panamapapers y caso Waked, mientras se preparan para reprimir al pueblo reforzando el estado policiaco.

Llamamos a la lucha y unidad del pueblo en las calles para derrotar estos planes de la Mafiocracia.  Hay que generar conciencia, intensificar la organización del pueblo desde las bases, crear poder popular y además lograr las firmas requeridas para legalizar el instrumento político electoral del pueblo (FAD).

Insistimos como salida a la crisis una Asamblea Constituyente Originaria, con plenos poderes, auto convocada por el pueblo que funda una nueva República de prosperidad, equidad y justicia social para todas y todos.