Colombia se vuelve a estremecer con la matanza de ocho recolectores de café
Bogotá, 23 nov (EFE).– La violencia que parece no tener fin volvió a sacudir los campos de Colombia con la masacre este domingo de ocho campesinos recolectores de café en una finca del departamento de Antioquia, en el noroeste del país.
El nuevo hecho de violencia fue perpetrado en una finca del caserío de La Julia, en el municipio de Betania, hasta donde llegaron unos diez hombres que abrieron fuego contra los recolectores que estaban en un dormitorio en donde había 14 campesinos.
“Hombres fuertemente armados irrumpieron la madrugada de este domingo en una de las fincas cafeteras de la vereda (caserío) La Julia y dispararon a las personas que estaban en el alojamiento en donde había cerca de 14 recolectores, dejando como saldo siete muertos y tres heridos, pero uno de esos heridos falleció”, dijo a Efe el alcalde de Betania, Carlos Mario Villada.
Esta matanza sigue a una ocurrida el pasado 3 de noviembre en la que cinco personas fueron asesinadas en una zona rural del municipio de Nechí, también en Antioquia, donde fueron atacados a tiros quienes departían en un billar.
Villada explicó que en esta parte del país opera el Clan del Golfo, la mayor banda de delincuencia surgida del paramilitarismo, y que está en disputa con una de sus disidencias por el control de la cadena del narcotráfico.
El gobernante explicó que la numerosa presencia de recolectores de café, que llegan desde diferentes lugares del país, se debe a que en esta época del año en Antioquia se recoge la cosecha del grano, actividad que requiere mucha mano de obra no calificada.
Visita del Ministro de Defensa
El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, quien viajó a Betania, condenó la masacre y reiteró que detrás de los asesinatos de líderes sociales y de campesinos está el narcotráfico.
Trujillo dijo que en el consejo de seguridad que presidió en Betania las autoridades ofrecieron una recompensa de hasta 200 millones de pesos (unos 55.000 dólares) por información que permita la captura de alias “Rubén”, a quien señaló como el jefe del Clan del Golfo que opera en esa parte de Antioquia.
“Aquí tenemos una disputa entre el Clan del Golfo y las Autodefensas Gaitanistas por plazas de microtráfico en el municipio y eso es lo que tiene alterada la situación de orden público”, dijo por su parte el alcalde.
El ministro de Defensa también anunció otra recompensa de hasta 50 millones de pesos (unos 14.000 dólares) por información que lleve a la captura de los demás integrantes de ese brazo del Clan del Golfo.
A la zona también serán enviados 90 soldados de refuerzo y se conformarán patrullas mixtas de policías y carabineros para visitar las fincas cafeteras.
El primer enemigo del país
Además de las recompensas, el ministro señaló que fue integrada una comisión de expertos de la Policía y la Fiscalía que se encargará de investigar la matanza y subrayó que la violencia en los campos está relacionada con el tráfico de drogas.
“El narcotráfico es el primer enemigo de los colombianos, el narcotráfico mata, el narcotráfico contamina las fuentes de agua, el narcotráfico, atenta contra los derechos humanos, el narcotráfico alimenta la corrupción”, manifestó.
Trujillo defendió el regreso de las aspersiones aéreas de los cultivos ilícitos porque, según dijo, de ellos “transformados en cocaína surge la plata que utilizan las organizaciones criminales para cometer masacres y asesinar líderes sociales”.
Las fumigaciones de las plantaciones de coca fueron suspendidas en 2015, durante la presidencia de Juan Manuel Santos, al acatar una sentencia de la Corte Constitucional basada en el argumento de que el herbicida glifosato puede ser cancerígeno y causar daño al medio ambiente.
En 2017, el alto tribunal dejó abierta la posibilidad de volver a autorizar el glifosato en la lucha antidrogas si el Gobierno cumple seis exigencias sanitarias ambientales.
El informe anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), presentado en Bogotá el pasado 17 de junio, aseguró que los cultivos de coca en Colombia se redujeron un 9 % el año pasado al pasar de las 169.000 hectáreas sembradas en 2018 a 154.000.
Asesinatos en el Cauca
Al tiempo que el país ponía los ojos en la masacre en Antioquia, llegaba la noticia del asesinato de otras cinco personas en el caserío de El Mango, de la localidad de Argelia, en el departamento del Cauca (suroeste).
Según el secretario de Gobierno del Cauca, Luis Angulo, el sábado por la noche fueron atacadas personas que departían en un sitio de diversión.
“Un hombre atenta contra la integridad de siete personas dejando como resultado cinco de estas fallecidas y dos heridos”, dijo el funcionario sin dar detalles de lo ocurrido.
Sin embargo, explicó que las autoridades capturaron a una persona por estos hechos y que fue puesta a órdenes de la Fiscalía que investiga la matanza.
Según las autoridades, en esa zona del Cauca también hay varios grupos armados ilegales, entre ellos disidencias de las FARC, que se pelean por los cultivos de coca y los numerosos laboratorios para el procesamiento de cocaína.
Foto Agencia EFE