Reflexión (Nota editorial impreso junio)
El consumo de comida chatarra y la falta de supervisión por parte de las autoridades de salud, en concepto de asepsia en los restaurantes de la ciudad capital y del interior, son dos elementos que consideramos en extremo grave.
El hallazgo reciente de restos de ADN humanos y de ratas en carne de hamburguesas, en diversos establecimientos de comida rápida en Estados Unidos, activa una alerta sanitaria y un llamado a la conciencia de los consumidores, principalmente por sus hijos.
Hemos observado que la fiscalización y los operativos en restaurantes para detectar violaciones a las normas sanitarias, han disminuido dramáticamente en estos dos años, lo cual expone a los consumidores a comprometer sus condiciones de salud, al caer en la tentación de comprar alimentos, que en muchas ocasiones, no han sido procesados ni manipulados debidamente.
La publicación de la empresa especialista en análisis genético de alimentos, obliga a que las autoridades de salud que tanto pregonan acerca de la prevención, realicen operativos en todos los locales de comida rápida para determinar la existencia o no de irregularidades en el procesamiento de este tipo de carne en Panamá.
El relajamiento en la rigurosidad de las normas sanitarias, ya han dejado secuelas de muertes en otras épocas y, sin el ánimo de alarmar a la población, se imponen acciones del Ministerio de Salud e igualmente de las franquicias que, mediante un comunicado de prensa, deben darle tranquilidad a sus clientes, explicando los procesos que involucran la oferta de productos que venden, dentro del marco de las más estrictas normas de sanidad dictadas por las autoridades nacionales.