A lavarle la cara a la Asamblea
Una vez más la sociedad panameña se mantuvo en vilo, o, por lo menos, los medios de comunicación social saturaron a la opinión pública con las transmisiones kilométricas de las negociaciones – transformadas en prebendas, contratos y dinero- para hacerse del control de la presidencia de la Asamblea Nacional.
Los dos partidos supuestamente de oposición, a saber: Partido Revolucionario (PRD) y Cambio Democrático, desafiaron la línea de su organización política, con mucha más vehemencia los del partido de Omar, al desconocer una elección legítima en la que salió favorecido Crispiano Adames, de la facción de Benicio Robinson.
Más pudieron las ofertas, los “maletinazos” denunciado por el diputado perdedor Adames y los contratos, que una visión de patria y de trabajar por los mejores intereses de la nación.
Para nuestro analista, Luis Fuentes Montenegro, lo que ocurrió en el palacio Justo Arosemena es normal en el escenario de cualquier parlamento que hoy solo proyecta un reacomodo de las fuerzas que la integran.
El resultado plantea tres hipótesis:
- La afectación dentro del PRD, del sector que lidera Benicio Robinson
- El “reoxigenamiento” para el panameñismo en cuanto al control de dicho órgano del Estado
- La demostración de Cambio Democrático como una fuerza legítima en la Asamblea, aunque divida y débil.
Para el catedrático Fuentes Montenegro estas hipótesis van a desarrollar dinámicas muy propias, dentro del PRD y del CD, las cuales le serían favorables al gobierno.
Lo que podría denominarse como un control, ficticio del Órgano Legislativo por parte del presidente Juan Carlos Varela, ante un acuerdo circunstancial con dos fuerzas de oposición fracturadas, no lo es para nuestro analista, al afirmar que ya ocurrió con Guillermo Endara, Mireya, incluso Ricardo Martinelli.
Lo que sí observa algo peligroso es qué tanto daño puede emerger de la confrontación entre el sector de Benicio Robinson, ahora más radical y crítico, ante cualquier error o escándalo que pueda surgir en el gobierno de aquí en adelante.