Alcaraz impone su ley a Davidovich y disputará la final
Redacción deportes, 12 abr (EFE).- Carlos Alcaraz implantó su ley, acabó con el idilio de Alejandro Davidovich en Montecarlo y le arrebató la presencia en la final del Masters 1000 de Montecarlo que por primera vez en su carrera disputará el murciano ante el ganador del choque entre el australiano Alex de Miñaur y el italiano Lorenzo Musetti (7-6(2) y 6-4).

La tierra iguala muchas cosas y así fue en el mano a mano entre el murciano y el andaluz que situó a Alcaraz en su séptima final de un Masters 1000 en lo que va de carrera. Aspirará al decimoctavo título de su carrera, el segundo del 2025 tras el de Róterdam meses atrás. Números que a los 21 años impactan a cualquiera. Dista mucho en esto del trayecto de su rival, que aspiraba a disputar su cuarta final, la tercera de este año tras las de Delray Beach y Acapulco y la segunda en Montecarlo después de la del 2022 que le arrebató el griego Stefanos Tsitsipas, todavía vigente campeón.
No pudo regresar al duelo último por el trofeo Davidovich, que exprime su mejor juego en esta pista del Country Club y que disfruta, en cualquier caso, el curso más regular de siempre. Roza un triunfo. Llegará.
La primera semifinal de un Masters 1000 entre españoles desde que Nadal derrotó a Alcaraz en Indian Wells en el 2022 fue para el murciano, que aumentó a 13 victorias consecutivas el balance ante compatriotas. No pierde desde aquél revés con Rafa.
Será Carlos Alcaraz el que forme parte de la vigésima segunda final con presencia española de las treinta y seis ediciones desde que es un evento Masters 1000, en 1990.
La primera final de un Masters 1000 para el murciano desde la de Indian Wells hace un año supone la tercera seguida en arcilla después de Roland Garros y la de los Juegos Olímpicos de París 2024, que perdió con Novak Djokovic. Le costó encarrilarla y cerrarla ante Davidovich, al que ya había ganado en Barcelona en el 2023, también en tierra.
Desde entonces ha dado un paso al frente el malagueño, que ha ganado en mentalidad y confianza y que no decayó a pesar de la ventaja clara que adquirió el murciano en el primer set, en el que llegó a disponer de un 3-0 en un buen comienzo. Pero no se hundió Davidovich y supo asumir la desventaja y esperar su momento (4-1 y 5-2). Salvó tres puntos de set el malagueño y escaló hasta igualar el partido a cinco y llevarlo al desempate. Ahí no pudo más. Fue mejor Alcaraz y logró la manga.
El murciano, con el viento a favor ya, mostró su mejor nivel en el siguiente set. Rompió de entrada y ya no cedió su saque en todo el partido. Firme en el servicio y con confianza en cada golpe impidió que Davidovich recuperara el terreno perdido y cuestionara su triunfo.
Selló en dos horas y diez minutos su decimosexta victoria en tierra en diecieisete encuentros -perdió la final olímpica- y jugará su tercera final de un Masters 1000 en tierra tras las de Madrid en el 2022 y 2023.
A un triunfo está, en su segunda participación en el Country Club, Alcaraz del éxito y del número dos del mundo, ya a su alcance. Lejos parecía al inicio de la competición, pero la precipitada eliminación del alemán Alexander Zverev dio vía libre al segundo escalón del podio mundial que puede recuperar el español si gana el domingo al australiano Alex de Miñaur o el italiano Lorenzo Musetti.
Davidovich, por su parte, dice adiós a un gran nivel para irrumpir entre los treinta mejores del mundo.