Expresiones

“Bienvenido Brown en mi memoria”

Alberto S. Barrow N.

Lo recuerdo, yo muchacho, en el barrio de San Miguel, Calidonia. Él, ya adulto, frecuentaba la esquina de la calle P y Mariano Arosemena, donde radicaba la cantina “La Nueva Gloria”. Allí llegaba en horas de la tarde, luego de salir del trabajo. Se me hace que laboraba en la antigua Zona del Canal. Su paso consuetudinario por el barrio era parte de una rutina que se había instalado en su cotidianidad. En esa esquina se discutía, apasionadamente, todas las tardes, el acontecer deportivo tanto nacional e internacional. Y si de eso alguien sabía era él.

Recuerdo que lucía siempre impecable. Su vestir nunca dejó de cautivarme. Había otra nota en su personalidad que me embelesaba: su hablar. Tenía un léxico que sobresalía entre sus contertulios. Esa elocuencia la exhibía, igualmente, en la elaboración de su muy gustado “Cóctel Deportivo”.

Ese fue el titulo que le colgó a la columna longeva de comentarios periodisticos, que publicó en sendos diarios, particularmente, La Estrella de Panamá, a lo largo de muchas décadas, hasta hace pocos meses, cuando su bolígrafo se rindió, por ley natural de la vida.

Pongo en tela de duda que Panamá haya producido otro comentarista y redactor deportivo como él. Ciertamente, en el país los ha habido muy buenos, pero en su caso, además de contarse entre los mejores, él era único, inigualable.

Recuerdo, también, por alguna extraña razón que no logro ubicar, que él era uno de los pocos panameños de ascendencia antillana que vivía en Betania, por aquellos años [1960]. Es una idea, probablemente equivocada, pero que se me posicionó en la cabeza como una verdad irrefutable asociada a él. Confieso que no sé por qué.

Ahora, al saber que sus honras fúnebres se llevarán a cabo el jueves 21 de septiembre 2023, a la 1:00 pm, en la Iglesia la Santísima Trinidad, justamente en Betania, esa noción antojadiza que me ha acompañado por más de medio siglo, con respecto al lugar de su residencia, reaparece: la de un célebre hijo de afroantillanos en Betania.

Y pensar que estos recuerdos e ideas, quizás no bien hilvanadas aquí, pero eso si, bien emotivas, se me agolpan en la cabeza, al recibir la noticia sobre la partida de quien se hizo, en vida, una leyenda del periodismo deportivo de Panamá: Bienvenido Brown.