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Caída  dramática  del empleo  asalariado es la  principal amenaza al sistema de pensiones 

Las  estrategias  que se  vienen explorando  para  afrontar  la crisis  del programa de Invalidez, Vejez  y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social, deben  ser  complementadas  con acciones  dirigidas a mitigar  la principal amenaza  externa que tiene  el sistema de pensiones,  que es  la importante  caída  del empleo asalariado  privado  en los  últimos  años, el cual se  acelerará  dramáticamente  por el COVID-19.

Así  considera  René Quevedo, especialista  en inserción laboral  quien  sostiene que   los trabajadores asalariados privados eran 53% del empleo en Panamá y 45% en el 2019, es decir, perdieron 8 puntos en 6 años. Más aún, recientemente, el viceministro de Economía, Jorge Almengor, indicó que la cifra de contratos laborales suspendidos y registrados en MITRADEL podría llegar a 200 mil, a los cuales se agregaría una cantidad similar de contratos no registrados, lo que elevaría la cifra a 400 mil empleos asalariados afectados.

Estos 400 mil contratos suspendidos (la mitad de ellos registrados en MITRADEL), confirma el masivo  e inminente impacto  que tendrá la pandemia en el empleo, que pudiera llevar el número de desocupados a 350 mil a fin de año (versus 146 mil a agosto 2019) y una tasa de desempleo de 18-20%, sustentó  Quevedo.

En este contexto y al margen de los esfuerzos para mejorar la rentabilidad de la cartera de CSS para asegurar la sostenibilidad financiera del Programa de IVM y el cumplimiento de las jubilaciones, es imperativo focalizar inmediatamente esfuerzos en la reactivación económica, la generación de empleo y la expansión de la base cotizante a trabajadores no asalariados.