Carne roja detonante del cáncer: En el ION reciben alrededor 5 mil pacientes de cáncer anualmente
El médico oncólogo del Instituto Oncológico Nacional (ION), Joel Moreno mostró su preocupación por el incremento sostenido de la incidencia del cáncer, no solo en Panamá, sino a nivel mundial, advirtiendo que las proyecciones epidemiológicas apuntan a que, para el año 2040, la cifra de nuevos casos de cáncer será aún más elevada.
“Se espera que los diagnósticos de cáncer aumenten considerablemente en las próximas décadas debido, entre otras cosas, al envejecimiento de la población. Cada vez hay más personas mayores y menos jóvenes, y como la edad es uno de los principalede s factores de riesgo para el desarrollo de cáncer, este fenómeno se traducirá en más casos”, explicó Moreno.
Según el doctor Moreno, el cáncer de mama y el cáncer de próstata son los dos tipos de cáncer más comunes en Panamá, con cifras que, año tras año, siguen en aumento. En el Instituto Oncológico Nacional, se reciben aproximadamente 5,000 pacientes nuevos anualmente, de los cuales 1,000 son diagnosticados con cáncer de mama, convirtiéndose en la enfermedad oncológica más frecuente en el país. El cáncer de próstata, por su parte, afecta a unos 600 pacientes cada año, lo que lo posiciona como el cáncer más común entre los hombres.
Estas proyecciones no son simples suposiciones, sino que están basadas en estudios epidemiológicos y en la tendencia de crecimiento observada en los últimos años. Moreno hizo hincapié en que, aunque las cifras son alarmantes, el impacto del cáncer podría mitigarse si se promueve y adopta una cultura de prevención y detección temprana.
El cáncer es una enfermedad que afecta mayormente a los adultos mayores. En el caso del cáncer de próstata, la mayoría de los pacientes se encuentran en la sexta, séptima o incluso octava década de la vida. Sin embargo, también se han diagnosticado casos en hombres de 40 a 50 años. En cuanto al cáncer de mama, aunque es más común en mujeres mayores de 40 años, alrededor del 10 al 15% de los casos se presentan en pacientes más jóvenes. No obstante, la mayor parte de los diagnósticos de cáncer de mama ocurren en mujeres mayores de 50 años.
“La edad es un factor de riesgo importante, pero no es el único. Hoy en día, lamentablemente, vemos casos de mujeres jóvenes con cáncer de mama o de hombres relativamente jóvenes con cáncer de próstata. Aunque representan un porcentaje menor, estos casos también están presentes y deben ser motivo de atención”, advirtió el oncólogo.
Dieta y riesgo de desarrollar cáncer
Uno de los factores que el doctor Moreno destacó fue la relación entre la dieta y el riesgo de desarrollar cáncer, especialmente el consumo de carne roja procesada. Según estudios recientes, las dietas altas en carne roja procesada, como el tocino y los embutidos, están asociadas con un mayor riesgo de cáncer de colon y próstata. Este tipo de alimentación es preocupante debido al alto consumo que se observa en la dieta moderna.
“No se trata de que los pacientes deban eliminar completamente la carne roja de su dieta”, aclaró Moreno. “La carne roja es una fuente importante de proteínas y hierro, pero el consumo debe ser moderado. La recomendación es que se limite a una o dos veces por semana, complementando el resto de los días con carnes blancas y vegetales”. Además, el oncólogo subrayó la importancia de reducir el consumo de carbohidratos refinados y azúcares procesados, y aumentar la ingesta de frutas y verduras.
Moreno fue enfático al señalar que no existe una “dieta mágica” para prevenir el cáncer, pero que llevar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta balanceada, la práctica de ejercicio regular, y la reducción del consumo de alcohol y tabaco, puede disminuir significativamente los factores de riesgo. “Sabemos que el sobrepeso, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol son factores que incrementan el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, por lo que es fundamental que las personas tomen conciencia de la importancia de adoptar hábitos de vida saludables”, dijo.
En su intervención, el doctor Moreno reiteró en varias ocasiones la importancia de la detección temprana en la lucha contra el cáncer. “Detectar un cáncer en sus primeras etapas aumenta significativamente las posibilidades de curación. Si el cáncer se diagnostica en una fase temprana, los tratamientos suelen ser menos agresivos y con mejores resultados. En cambio, cuando la enfermedad se detecta en etapas avanzadas, el pronóstico es menos favorable y el tratamiento es más complejo”, explicó.
Sin embargo, a pesar de las campañas de concienciación, muchos pacientes siguen postergando sus exámenes de rutina o, en algunos casos, no los realizan debido al miedo o a la falta de acceso a los servicios de salud. “Es preocupante que todavía haya pacientes que nunca se han hecho una mamografía o que no acuden al médico a pesar de haber notado algo inusual en su cuerpo”, lamentó Moreno.
A este desafío se suman los problemas estructurales del sistema de salud. En muchos centros médicos públicos, los equipos necesarios para realizar mamografías o biopsias no están disponibles, lo que retrasa el diagnóstico y el inicio del tratamiento. “Nosotros en el Instituto Oncológico Nacional recibimos a los pacientes cuando ya han sido diagnosticados en otras instituciones del país. El problema es que, muchas veces, esos diagnósticos llegan tarde porque el paciente se ha pasado meses esperando una mamografía o una biopsia”, señaló Moreno.
El oncólogo también mencionó los largos tiempos de espera que enfrentan los pacientes, desde que se detecta una anomalía hasta que se confirma el diagnóstico y se inicia el tratamiento. “Muchas veces, cuando interrogamos a los pacientes, nos cuentan que notaron algo raro hace cuatro o seis meses, pero que se han pasado todo ese tiempo entre la espera de una mamografía, una biopsia y la consulta con un especialista. Este retraso puede ser crítico, ya que el cáncer sigue avanzando mientras el paciente espera”, explicó.
Para Moreno, es fundamental que tanto el gobierno como las instituciones de salud trabajen en reducir estos tiempos de espera, ya que la rapidez en el diagnóstico y tratamiento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de un paciente. “Mientras más rápido podamos intervenir, mejor será el pronóstico para el paciente. No podemos permitir que los pacientes se pierdan en el sistema y lleguen a nosotros cuando ya es demasiado tarde”, añadió.
El machismo ante el tacto rectal
En el caso del cáncer de próstata, Moreno destacó otro obstáculo importante: el tabú que muchos hombres tienen en torno al examen de tacto rectal. “El machismo sigue siendo un gran problema. Muchos hombres se hacen el examen de sangre PSA, pero se niegan a realizarse el tacto rectal, lo que es un error”, comentó.
El doctor explicó que el PSA (antígeno prostático específico) es una herramienta útil, pero no infalible, ya que algunos cánceres de próstata no elevan los niveles de PSA. “Por eso, la recomendación es combinar ambos exámenes. El tacto rectal sigue siendo fundamental para la detección temprana del cáncer de próstata”, insistió Moreno
En definitiva, el mensaje de los especialistas es claro: la prevención y la detección temprana son las mejores armas en la lucha contra el cáncer. Adoptar un estilo de vida saludable y realizarse los exámenes médicos de manera regular son pasos fundamentales para reducir los riesgos y mejorar las posibilidades de curación.