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Carretera a María Chiquita beneficiará la conectividad y el turismo, aseguran líderes locales

En la construcción del llamado Corredor del Caribe, entre Quebrada Ancha y María Chiquita en la Costa Arriba de Colón, se buscó la menor intervención posible de la reserva natural de Sierra Leona, dijo Cristóbal Valencia, presidente fundador de la Cámara de Turismo de Portobelo.
“Antes de iniciar la obra se hicieron todos los Estudios de Impacto Ambiental de rigor. Además, se cambió la ruta inicial de Quebrada López y se eligió Quebrada Ancha a María Chiquita para causar la menor intervención posible sobre el medio ambiente”, añadió.
Los comentarios de Valencia se dieron luego de que el ministro designado de Ambiente, Juan Carlos Navarro,  se hiciera eco de denuncias sobre la supuesta destrucción de bosques con la construcción del Corredor del Caribe.
Navarro pidió al titular del MOP “que salga a dar explicaciones de manera urgente” sobre los efectos y beneficios de esa obra iniciada el año pasado.
Adelantó que bajo su administración serán revisados “minuciosamente” los EIA que se han realizado, lo mismo que los beneficios sociales, costos ambientales y las rutas alternativas.
“Cuando se concibió la obra, siempre buscamos preservar al máximo el bosque y la naturaleza. Pero también debemos tener en cuenta que las carreteras son vitales para el desarrollo. Detrás de cada vía, hay desarrollo”, señaló Valencia, quien formó parte del equipo de participó en el proyecto desde sus orígenes.
Recordó que esa carretera de 28 kilómetros, es una vieja deuda social con los pobladores de Portobelo y la Costa Arriba de Colón.
Aseguró que el proyecto impulsará la conectividad, contribuirá al bienestar de 55,000 moradores en el área  y tendrá un rendimiento particular en el turismo.
En coordinación con el MOP y la ACP, ya que el proyecto pasa por áreas del Canal, se evaluaron cinco diferentes rutas con el objetivo de reducir el impacto sobre fuentes hídricas y cobertura boscosa.
Para no afectar el curso de un río, se eliminó la construcción de un puente, se redujo la cobertura boscosa de 46.8 hectáreas a 24.5 hectáreas, se limitó la entrada de vehículos pesados y se construyeron pasos de fauna, aéreos y subterráneos.
En el pliego de cargos original, la ruta intervenía el Parque Nacional Chagres. Con el rediseño del proyecto, se estableció no entrar en esa área protegida.
De acuerdo al pliego de cargos, la obra afecta el bosque secundario intermedio y el bosque secundario maduro. No bosques primarios, ni bosque virgen.
Un estudio comunitario enumeró los beneficios sociales como la generación de nuevos empleos, la adquisición de compra de materiales en comercios locales, mayor consumo en los restaurantes, abarroterías y comercios del área.
Las nuevas actividades económicas que se desarrollarán, generarán el pago de impuestos al Estado.
En general, el proyecto acercará los servicios públicos y mejorará la calidad de vida de las comunidades adyacentes, sostuvo el estudio.
Permitirá, también, el rápido acceso a las comunidades de María Chiquita, Portobelo y áreas aledañas.
Además, de acuerdo a lo proyectado, será la ruta más segura y expedita a las comunidades de la Costa Arriba de Colón.