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Caso Odebrecht quedará en nada y no habrá condenas ejemplares porque el sistema viola derechos fundamentales

Mileyka Valdespino / La Verdad Panamá

El doctor Juan Carlos Araúz, expresidente del Colegio Nacional de Abogados señaló que la audiencia, prevista para los próximos días sobre el caso Odebretch, está destinada a quedar en nada debido a las profundas fallas estructurales del sistema de justicia panameño. Según Araúz, estas debilidades no solo comprometen la posibilidad de una sentencia justa, sino que también reflejan una crisis de credibilidad en el modelo inquisitivo mixto.

Araúz afirmó que el modelo inquisitivo mixto, bajo el cual se juzgan los hechos relacionados con el caso Odebrecht, es inherentemente defectuoso. “Desde 2008, el Estado panameño reconoció que este sistema no era eficiente, pero se continuó utilizando hasta el día de hoy. Era un modelo que violaba derechos fundamentales y no garantizaba justicia”, señaló.

El expresidente del Colegio Nacional de Abogados explicó que este caso ha puesto de manifiesto las limitaciones de un sistema que no estaba preparado para manejar procesos de gran complejidad. “El sistema inquisitivo mixto no tiene las herramientas necesarias para garantizar que se lleven a cabo procedimientos justos, especialmente en un caso tan grande y complejo como este, con múltiples implicados y un volumen de pruebas significativo”, aseguró.

A su vez Araúz subrayó que la falta de preparación del sistema ha llevado a que muchas de las sentencias emitidas bajo este modelo carezcan de legitimidad. “Yo no puedo confiar en ningún proceso bajo el sistema inquisitivo mixto. Ninguna sentencia puede considerarse justa ni válida, porque no se garantiza un procedimiento equilibrado. Esto aplica al caso Odebrecht y a otros similares”, afirmó.

En su opinión, lejos de ser un punto de inflexión para el sistema judicial panameño, servirá únicamente para exponer aún más sus debilidades. “No habrá condenas ejemplares, y mucho menos se logrará lavar la cara de un sistema que lleva años operando con fallos estructurales evidentes”, sentenció.

Advirtió que los defectos del sistema podrían llevar a que el caso termine escalando a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “Los procesos realizados bajo el sistema inquisitivo mixto podrían ser declarados nulos en instancias internacionales, porque simplemente no garantizan un equilibrio ni cumplen con los estándares mínimos de justicia”, explicó.

Además, destacó cómo la percepción de impunidad afecta a la sociedad panameña. “Cuando los ciudadanos ven que en otros países los responsables del caso Odebrecht han sido condenados y aquí no se logra lo mismo, esto refuerza la idea de que el sistema judicial no funciona. Este caso no solo afecta a los implicados, sino también a la confianza de la sociedad en sus instituciones”, señaló.

Para Araúz, el caso Odebrecht debería ser un punto de inflexión para impulsar una reforma estructural del sistema judicial panameño. “Este es el momento oportuno para reconocer que en Panamá se necesita una transformación profunda del sistema de justicia. No podemos cambiar el pasado, pero sí podemos trabajar en un modelo que garantice justicia a futuro”, concluyó.

Dejó  claro que el sistema judicial panameño enfrenta una crisis que no solo pone en riesgo la resolución del caso Odebrecht, sino que también amenaza la confianza de la ciudadanía en la capacidad del país para combatir la corrupción y garantizar el estado de derecho.