Comunidades en Latinoamérica están en riesgo por el deshielo de glaciares y la subida del nivel del mar
Ginebra, 28 mar (EFE).– El calentamiento de los océanos y el deshielo de los glaciares y de los casquetes y mantos de hielo están acelerando la subida del nivel del mar y la consiguiente vulnerabilidad de las comunidades costeras latinoamericanas, así como de las islas de baja altitud del Caribe frente a los ciclones tropicales.
La velocidad a la que se están derritiendo los glaciares tropicales multiplica por diez la tasa media mundial acumulada, lo que representa una amenaza para el abastecimiento de agua a largo plazo en la región, según han establecido los expertos.
Venezuela perdió el año pasado su último glaciar, el Humboldt, y junto a Eslovenia han sido los dos primeros países en perder todos sus glaciares en la época moderna.
En Colombia y Argentina, dos glaciares -el Conejeras y el Martial Sur, respectivamente- fueron declarados extintos en 2024.
El informe señala que esa situación, sumada a los huracanes e incendios forestales sin precedentes, a las sequías y a las inundaciones, afectaron profundamente el tejido socioeconómico latinoamericano y caribeño.
La OMM ha querido sacar a relucir que entre sus hallazgos también hay razones para la esperanza porque las alertas tempranas y los servicios climáticos de los organismos meteorológicos nacionales están funcionando «y están salvando vidas».
La organización también ha destacado el papel de las energías renovables, que representan casi el 70 % de la matriz energética de toda la región.
Según las informaciones reunidas para este informe, las energías solar y eólica experimentaron el año pasado un aumento del 30 % en términos de capacidad y generación respecto a 2023.
Por otra parte, la temperatura media anual en esa parte del mundo estuvo 0,90 °C por encima de la media del período 1991-2020 y en función del conjunto de datos analizados «2024 fue el año más cálido jamás registrado en América Central y el Caribe».
En México y Sudamérica podría haber sido el primer o segundo año más cálido del que se tiene constancia.
El año pasado, Latinoamérica experimentó un vaivén de seguías en ciertas zonas -como la que se registró en la Amazonía y el Pantanal (Brasil), donde las precipitaciones fueron un 30 a 40 % inferiores a lo normal- y de inundaciones en otras, causando grandes pérdidas para la agricultura.
Los incendios forestales volvieron a ocurrir también en la Amazonía y el Pantanal, así como en la región central de Chile, en México y Belice.
Los expertos de la OMM dijeron que todo esto pone en un riesgo cada vez mayor la agricultura y la seguridad alimentaria de las poblaciones y que la única clave de solución es aplicar estrategias de resilencia agrícola, adoptar medidas de anticipación y fortalecer los sistemas alimentarios.
Los avances se están dando y como ejemplo el informe destaca el desarrollo en Costa Rica de un producto de pronóstico de la velocidad del viento a corto plazo basado en inteligencia artificial y para uso en parques eólicos.
Mientras, en Chile se ha ideado un modelo de evaporación para grandes masas de agua con paneles solares flotantes.
Foto EFE