Cruzada por la vida
Por Victoriano Rodríguez S.
Nuestra población es prisionera de un sistema inoperante y corrupto. Los cambios tienen que ser estructurales, no cosméticos
Hace décadas venimos previniendo a la comunidad de la facilidad de hacerse ricos y poderosos desde cargos de elección popular, que manejen recursos del Estado.
Nuestra población es prisionera de un sistema inoperante y corrupto. Los cambios tienen que ser estructurales, no cosméticos.
Los indecentes nos hablan de honestidad ofreciendo bolsas de comida, jamón, tanque de gas o unas monedas, convirtiéndose en ‘benefactores’ comunitarios.
La población pareciera ser presidiaria, dependiente del político corruptor; donde la capacidad de raciocinio disminuye por la demagogia de los degenerados.
Requerimos nuevas formas de protestar cívica, decente y pacíficamente. En el año 2004, bajo el lema ‘Cruzada por la vida’, motivamos el uso de la cinta celeste que hoy retomamos, producto de la corrupción rampante, en todos los niveles de nuestra sociedad.
Hacemos un llamado a las personas serias, honestas y que sientan poder ayudarnos a combatir la corrupción, a usar una cinta negra, estilo de hoja, en la parte izquierda superior del pecho. Combatamos la corrupción pacíficamente.
El negro de la cinta les mostrará que los honestos somos más. Que nuestro silencio fonético no nos hace cómplice. Que evitaremos más colados como representantes, alcaldes o diputados. Que estamos despertando para el bien del país.
La corrupción nos cerca señores, nos hace más pobres y destruye. Si viviéramos en un país diferente, el incremento al salario mínimo debería darnos alegría, pero ese crecimiento trae consigo el aumento de precio de los productos de primera necesidad (la canasta básica), por lo cual ese aumento es una falacia.
Participemos de la ‘Cruzada por la vida’, contra el hambre, el desempleo, el aumento de la canasta básica y la corrupción. Si no confías en ser parte de la solución, pudieras ser parte del problema.
Otro tema es la participación este 9 de enero a las 9 de la mañana, en el Instituto Nacional. La memoria de nuestros mártires ha sido mancillada desde la Asamblea y los gobiernos. La participación de la población en cada parque distrital es necesaria y moralmente obligatoria. Esa sangre derramada fue el inicio de nuestra independencia en 1999. Dios te salve Panamá.