Enfoque Global

Dirigente opositor Leopoldo López es un prisionero de conciencia

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“Las grandes causas ameritan grandes sacrificios”

por: Mauricio Ramírez, especial para La Verdad (Edición impresa octubre)

“Hoy, cuando he sido condenado por la infamia y la mentira de una élite que no tiene escrúpulos cuando de defender sus groseros privilegios se trata, quiero decirles que no me arrepiento en lo más mínimo de la decisión que tomé. Y no me arrepiento por una razón muy sencilla y poderosa: las grandes causas ameritan grandes sacrificios.”

Este extracto de una carta que escribió Leopoldo López, político, economista y líder de Voluntad Popular, partido opositor al gobierno venezolano, se hizo pública un día después de conocerse la sentencia de 13 años y 9 meses de prisión en su contra, por cuatro delitos: “instigación pública, daños a la propiedad en grado de determinador, incendio en grado de determinador y asociación para delinquir”, por su participación en los disturbios ocurridos en Caracas el 12 de febrero de 2014.

La decisión contra Leopoldo López no representó ninguna sorpresa, ya que como preso político, la sentencia se había resuelto desde hace más de un año cuando fue encarcelado. La acción, en cambio, intenta unificar al sector chavista de Venezuela en contra de un enemigo concreto del legado revolucionario de Chávez.

La imagen que ha resultado de esta acción, en un país que tiene cercenada la autonomía de los poderes públicos bajo las botas del ejecutivo, ha sido más que negativa. Amnistía Internacional catalogó la sentencia como una muestra de “la absoluta falta de independencia e imparcialidad judicial en Venezuela”, ratificando lo expresado por las Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Ex presidentes, parlamentarios y opinión pública de otras naciones han unido su repudio a esta medida política.

Al respecto, Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional, comentó que “los cargos contra Leopoldo López nunca fueron adecuadamente sustanciados. Con esta decisión, Venezuela está eligiendo ignorar principios básicos de derechos humanos y dando una luz verde a más abusos”.

Lo que ocurra en estos meses hasta las elecciones legislativas pautadas para el 6 de diciembre de este año, dirá sí la sentencia alargó con votos a un moribundo modelo económico o le dio al pueblo venezolano un mártir vivo, un líder que se consolida como el de mayor respaldo popular del país, no importando que lo mantengan preso.

Sobre esto, los rumores dicen que el gobierno busca desesperadamente motivos para suspender ese evento comicial o posponerlo, ya que en la mayoría de las encuestas, independientes o financiadas por el ejecutivo, tienen el mismo resultado: una derrota democrática, porque hay que estar claros, Nicolás Maduro no tiene el mismo carisma y capacidad de empuje en votos que tenía Hugo Chávez.

La tarea es dura y la oposición venezolana debe estudiar su estrategia de cara a Diciembre, aunque como varios analistas y politólogos han concertado, salir de un régimen como éste por vía electoral no es fácil, debido a que desde la nueva Constitución en 1999 y subsecuentes leyes, reglamentos y decretos, con el beneplácito de la asamblea nacional, el poder judicial y el electoral, la llamada élite chavista ha diseñado, organizado, planificado y accionado para mantenerse en el poder a costa de lo que sea.

Una última perla: El diario chileno El Mercurio reseña que la jueza que condenó a Leopoldo López asumiría como supuesto cónsul en ese país, según un decreto que habría firmado el gobierno venezolano de Nicolás Maduro. Mientras tanto, tal como reza el perfil de este líder venezolano en Twitter: “Si mi encarcelamiento ayuda al despertar del pueblo venezolano, bien valdrá la pena”.