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El BCE baja otro cuarto de punto los tipos pero está dispuesto a hacer una pausa en abril

Fráncfort (Alemania), 6 mar (EFE).- La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dejó entrever este jueves que la entidad está dispuesta a interrumpir en abril las bajadas de tipos de interés, en un momento en que sube la rentabilidad de la deuda porque Alemania va a aumentar su gasto.

El BCE decidió previamente bajar sus tipos de interés en un cuarto de punto, hasta el 2,5 %, por quinta vez consecutiva en seis meses, dado que la inflación disminuye en la zona del euro y la política monetaria debe ser «menos restrictiva».

Se trata del sexto recorte del precio del dinero desde junio de 2024, cuando comenzó a rebajar sus tipos de interés.

El BCE redujo su tasa de depósito, a la que remunera el exceso de reservas a un día y la que refleja mejor el tipo de referencia en los mercados, hasta el 2,5 %, su nivel más bajo desde febrero de 2023.

La tasa de depósito es ahora el tipo de interés mediante el cual el BCE guía la orientación de su política monetaria.

Lagarde dijo que nadie se opuso en el Consejo de Gobierno del banco central a la decisión de bajar los tipos de interés en un cuarto de punto y que un miembro se abstuvo por lo que la decisión fue consensuada.

Hizo hincapié en que en estos momentos hay «una incertidumbre enorme» y que las próximas decisiones sobre los tipos de interés se tomarán según sean los datos económicos.

«Si los datos dicen que lo mejor es bajar, bajaremos los tipos de interés, pero si los datos sugieren que lo mejor es no bajarlos, haremos una pausa», dijo la presidenta del BCE.

La inflación baja pero las tensiones comerciales por la guerra comercial de EEUU pueden subirla de nuevo.

 

A más gasto en defensa e infraestructuras, mayor demanda e inflación  

Lagarde afirmó que «un aumento del gasto en defensa e infraestructuras también podría elevar el crecimiento» y la inflación al aumentar la demanda.

En Alemania, los democristianos y los socialdemócratas han acordado un presupuesto extraordinario de 500.000 millones de euros para inversiones en infraestructuras y en defensa con el que harán una excepción en el freno de la deuda que establece la Constitución alemana.

Esta decisión ha disparado la rentabilidad de la deuda soberana alemana porque Alemania deberá endeudarse más y emitirá más deuda para pagar estas inversiones.

Como consecuencia también ha subido la rentabilidad de los bonos  de otros países de la zona del euro.

La presidenta del Comisión Europea (CE), la alemana Ursula von der Leyen, también quiere movilizar 800.000 millones de euros para el rearme de Europa.

 

Incertidumbre por la guerra comercial

Lagarde consideró que los aranceles «no son buenos para nadie», ni para el país que los impone, ni para los países a los que se aplican.

«Es negativo cuando sucede y antes de que suceda por la incertidumbre que crean», dijo Lagarde.

«Una escalada de las tensiones comerciales podría reducir el crecimiento de la zona del euro, al frenar las exportaciones y debilitar la economía mundial», añadió.

En los dos primeros meses del año, el BCE observa una continuación de muchos de los patrones del año anterior cuando la economía de la zona del euro creció moderadamente en el último trimestre.

«La elevada incertidumbre, tanto interna como internacional, está frenando la inversión, y los problemas de competitividad están pesando sobre las exportaciones», advirtió Lagarde.

El BCE considera también que «las crecientes fricciones en el comercio internacional están añadiendo más incertidumbre a las perspectivas de inflación en la zona del euro».

«Una escalada general de las tensiones comerciales podría dar lugar a una depreciación del euro y a un aumento de los costes de las importaciones, lo que ejercería presión al alza sobre la inflación», pronostica el BCE.

Al mismo tiempo, un descenso de la demanda de exportaciones de la zona del euro como resultado de las subidas de aranceles y un desvío hacia la zona del euro de las exportaciones de otros países bajarían la inflación.

El BCE ha revisado al alza la inflación general para 2025 hasta el 2,3 % por un mayor inflación de los precios de la energía.

También prevé un crecimiento menor, del 0,9 % para 2025 y el 1,2 % para 2026, por un descenso de las exportaciones y la debilidad de la inversión por la incertidumbre sobre las políticas comerciales.

Foto EFE