El gran negociado mundial que nos ocultan
Por: Abdel Fuentes
Celebración y vítores de triunfo trajo para el Gobierno del empresario Juan Carlos Varela la salida de Panamá de la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional – GAFI-.
El organismo de tenor intergubernamental, conformado por 34 países, tiene su sede en la capital de Francia. Promueve políticas para combatir el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y otras amenazas relacionadas con la integridad del sistema financiero internacional.
Según sus normas, Panamá estuvo en la lista gris por presentar deficiencias regulatorias y legislativas en su cooperación contra el lavado de dinero y la lucha contra el terrorismo.
“Lavar dinero” significa dar legalidad al obtenido de forma ilegal. El término se remonta al gángster Al Capone, quien amasó una fortuna. Usaba intermediarios para sus actividades ilegales y negocios. La clave estaba en no dejar rastros.
La lucha a simple vista, suena noble. Algunos informes internacionales rodean la realidad de nubarrones. Ello hace dudar de la pretendida persecución contra el delito.
En la red no solo están los que trafican y producen dinero sucio, teñido de sangre de los más horrendos crímenes. Los genuinos narcos parecen estar pasando al anonimato. Son los limpiadores del dinero turbio.
En el 2012, The Observer, del famoso diario The Guardian, publicó un reportaje del periodista Ed Vulliamy. El trabajo revela que los frutos del tráfico de drogas que se producen en Colombia y México se lo llevan los países ricos y consumidores – Estados Unidos y algunas naciones europeos -.
La información menciona que los reguladores financieros en Occidente son reacios a seguir la pista de los bancos que lavan dinero.
El exjefe de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre drogas y crimen, Antonio María Costa, dijo a The Observer que comprobó que los ingresos del crimen organizado fueron el único capital líquido de inversión disponible en algunos bancos al borde del colapso durante el 2011.
De acuerdo a Costa, durante el segundo semestre del 2008, en plena crisis financiera, el efectivo fue importante ante la falta de liquidez del sistema bancario. “Algunos bancos fueron rescatados con el dinero proveniente del narcotráfico y las actividades ilegales”.
Un informe desclasificado por el Pentágono y publicado por el Archivo de Seguridad Nacional de EE.UU, generado en septiembre de 1991 por la Agencia de Inteligencia de Defensa, anota de manera explícita que durante la época que fungió como senador en Colombia, Álvaro Uribe Vélez, fue amigo personal del narcotraficante y político, Pablo Emilio Escobar Gaviria.
El documento agrega que Uribe se dedicó a colaborar con el cartel de Medellín en las altas esferas del Gobierno y que estuvo vinculado a negocios relacionados con el narcotráfico en los Estados Unidos. Añade que trabajó para el Cartel de Medellín. La información fue publicada por el Newsweek en el 2004.
Mientras Panamá celebra haber sido liberado por el GAFI de la lista gris en febrero, en abril de este mismo periodo, aparece el más voluminoso escándalo sobre lavado y evasión de impuestos, con más de 11 millones de documentos que involucran a una famosa firma de abogados, Mossack Fonseca Mora.
Recientemente Francia anunció que volverá a incluir a Panamá en su lista negra de jurisdicciones fiscales.
Se trata de una investigación periodística, que en un inicio adelantó el periódico alemán Sûddeutsche Zeitung. La tarea involucró a 400 periodistas de 78 países afiliados al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, por sus siglas en inglés –ICIJ-.
Antes de publicar parte de la información, los periodistas sostuvieron reuniones en varios continentes, prologando la investigación durante varios meses.
El escándalo de los denominados PanamaPapers ha colocado al país bajo la lupa mundial sobre el lavado de dinero, la evasión de impuestos y de leyes.
Pese a las negaciones de Fonseca Mora y el apoyo que ha recibido del Colegio de Abogados, resulta interesante analizar algunos de los datos que suministra la ICIJ.
El reporte periodístico titulado: “Enlaces en alta mar de más de 140 políticos expuestos y funcionarios expuestos”, publicado en la web de la ICIJ, hace referencia a información contenida en los documentos filtrados. Uno de los elementos descansa sobre el ocultamiento de transacciones ilegales de 128 políticos y funcionarios de todo el mundo.
La información también revela que Mossack Fonseca tiene sucursales en Londres, Beijing, Miami, Zúrich y otros 35 destinos del planeta.
En los documentos filtrados aparece información sobre una industria global de firma de abogados y bancos dedicada a la venta de secretos financieros a los estafadores y traficantes de drogas, millonarios, celebridades y deportistas.
Según el reporte del consorcio ICIJ, Mossack Fonseca y Mora es una de las firmas de abogados más importantes en el mundo de empresas fantasmas.
Los datos de los documentos filtrados contienen; mensajes de correos electrónicos, hojas de cálculos financieros, pasaportes y los registros corporativos que revelan los secretos de los propietarios de las cuentas bancarias y empresas en 21 jurisdicciones offshore, desde Nevada hasta Hong Kong y las Islas Vírgenes Británicas.
El número de documentos filtrados obliga a recordar los más de 250 mil cables diplomáticos estadounidenses que fueron revelados por el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Hoy Assange permanece refugiado en la sede diplomática de Ecuador en Londres, por temor a la represalia de Estados Unidos y sus socios.
También impactaron al mundo las revelaciones de Edward Snowden que ha corroborado el espionaje permanente de Estados Unidos, incluso a sus más fieles aliados.
La tecnología e internet no solo han limitado a los cibernautas de su privacidad, al parecer ahora los poderosos también están probando un poquito de su propia medicina.
Mientras tanto en Panamá volverá a quedar el sabor amargo de la duda. Se trata del estigma como tierra del narcotráfico y lavado de dinero cuyos antecedentes en siglo pasado han dejado huellas. El sofisticado crimen organizado de la era actual deja su sombra y pone en peligro la seguridad del Estado.