El Nacimiento de Harry Díaz: Una Tradición de Fe y Creatividad
Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá
En el corazón de un hogar panameño, la tradición de armar un nacimiento navideño alcanza una magnitud y devoción poco común, gracias a la dedicación de Harry Díaz, un ciudadano de estirpe, que durante más de 55 años, ha construido una representación del nacimiento de Jesús que combina fervor cristiano, creatividad y un espíritu festivo inquebrantable.
Harry, abogado de profesión y exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, deja los códigos a un lado durante tres días, tiempo en el que se ocupa de armar su envidiable nacimiento de Jesús, representación de Belén que exhibe en su hogar desde el mes de octubre y hasta los primeros días del mes de enero.
Una tradición familiar que trasciende generaciones
Harry recuerda con nostalgia sus primeras experiencias armando nacimientos junto a su madre y hermanos. “Desde que tengo uso de razón, ayudaba en lo que podía”, rememora.
Este panameño ha transformado esta costumbre en un evento anual que incluye más de 300 figuras, muchas de ellas adquiridas en el extranjero.
Entre las piezas más valiosas se encuentra un soldado romano hecho a mano que costó 108 euros, una compra accidentalmente costosa, pero inolvidable.
Creatividad y detalles únicos
La dedicación de Harry no se limita a la tradición. Con un toque de humor y modernidad, ha incorporado elementos únicos a su nacimiento y su ingenio y el de su familia han dado vida a cascadas y ríos artificiales que muchos años han adornado el escenario, evocando la vida en Judea hace más de dos mil años.
“Tengo bastantes figuras de romanos que serían la envidia de Poncio Pilato”, bromea el exmagistrado.
Una obra de fe y superación
A pesar de su entusiasmo, Harry ha enfrentado desafíos. Hace 15 años, sufrió el robo de todo su nacimiento. “Empecé de cero otra vez. Me preguntaba: ¿a quién se le ocurre robar un nacimiento?”, cuenta con resignación, este contratiempo que no detuvo su pasión, sino que la fortaleció.
Un legado que inspira
La obra de Harry Díaz no solo es un testimonio de su fe cristiana, sino también de su capacidad para combinar tradición y creatividad.
Durante los meses en que su hogar se convierte en un santuario navideño, recibe a familiares y amigos que admiran su esfuerzo y pasión.
Ellos lo describen como una persona que irradia calidez y confianza en cada interacción. Además es de carácter sencillo, cualidad que lo hace cercano y accesible a las personas.
“El nacimiento es un recordatorio del verdadero espíritu de la Navidad”, asegura Harry.
Y sin duda, su dedicación a esta tradición sigue siendo una inspiración para quienes buscan mantener viva la esencia de la temporada.
Harry sostiene que esta tradición no es solo una forma de mantener vivo el espíritu navideño, sino también un homenaje a su fe y su familia.
“Dos mil años después de la crucifixión de Jesús, aún hay algo que nos conecta con esa historia. Este nacimiento es mi manera de vivirla y compartirla”, destaca.
Este año el ex magistrado dedica el nacimiento a la amada memoria de Maity y Harry Díaz.