¡El Puente de la Inmoralidad!
Edmundo Dante Dolphy / La Verdad
La sonrisa inocente de niños ávidos por asistir a las escuelas, desafiando el peligro al cruzar puentes destruidos o, en el peor de los casos, la inexistencia de estos, los expone a métodos poco ortodoxos para atravesar ríos revestidos de furia extrema, en busca del faro del conocimiento. Esta realidad social contrasta con la intención cínica y arrogante de un grupito de diputados que pretende construir un puente que conecte con el otro edificio de la Asamblea Nacional.
Hay que ser descarado para que en medio de uno de los escándalos más grandes de corrupción en la casa de Justo Arosemena, relacionado con los cientos de millones de dólares que se apropiaron del patrimonio nacional en las planillas 072 y 080, pretendan ahora gastarse 900 mil dólares en esta obra. Respeten al electorado y no los consideren estultos!
Ha quedado en evidencia que en la Asamblea Nacional existió una organización institucionalizada para delinquir, con la aquiescencia del Organo Ejecutivo y la Contraloría General de la República, que hoy escurre el bulto, investiga, acusa, pero se desliga de toda responsabilidad en este asalto al erario.
Antes de pensar en futuras inversiones – para no decir gastos ni despilfarros- en este órgano del Estado panameño, debe anteponerse una investigación prolija, independiente, transparente y sin sesgos políticos, que alcance a todos los responsables de estos crímenes que irremediablemente debe conducir a muchos “Padres de la patria”, a la cárcel y a una condena moral de sus electores, cuyo resultado sea: “NO A LA REELECCIÓN”.
Votar por estos sujetos traidores de la nación y por extensión, de su propia gente, no es más que avalar conductas punibles e inmorales que usted, lo más seguro, las rechace… La única forma de demostrarlo sería que en el 2019, ninguno de ellos cante – si es que se lo saben- el Himno Nacional en el inicio de sesiones del nuevo gobierno.