El recurso más prometedor de los hermanos Menéndez se discute en la corte esta semana
Los Ángeles (EE.UU.), 16 abr (EFE).- Los hermanos Erik y Lyle Menéndez, condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989, volverán a comparecer este 17 y 18 de abril ante un tribunal en Los Ángeles en una audiencia considerada como su opción más viable hacia una eventual libertad, en la que se evaluará una posible nueva sentencia.
«Si se concede la moción, les da una oportunidad, no significa necesariamente que obtengan la libertad condicional de inmediato, pero les da una vía para seguir intentándolo», dijo el exfiscal federal de California Stephen A. Cazares, en una entrevista con EFE.
La audiencia, originalmente prevista para el pasado diciembre, se celebra finalmente tras varios aplazamientos y luego de que el juez del tribunal del condado de Los Ángeles, Michael Jesic, rechazara el pasado 11 de abril el más reciente intento de la Fiscalía de retirar la moción de una nueva sentencia presentada a favor de los hermanos por su antecesor, el fiscal progresista George Gascón.
Los hermanos siguen tres caminos legales: el de clemencia, cuyas audiencias separadas, una para Lyle y otra para Erik, están previstas para el 13 de junio, y que podría ser otorgada por el Gobernador de California, Gavin Newsom; el habeas corpus, que ofrecería la posibilidad de un nuevo juicio a la luz de nuevas pruebas de abuso sexual; y esta moción de nueva sentencia, que según Cazares, es la más prometedora para lograr su libertad.
Erik y Lyle Menéndez actualmente cumplen una condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Si se les concede una nueva sentencia, podrían obtener la opción de solicitarla, e incluso si se les niega en una audiencia, podrían volver a pedirla, ya que en California, si a un prisionero se le deniega la libertad condicional, se puede volver a solicitar a los dos años.
Mismos argumentos de la fiscalía y la defensa
En una audiencia celebrada el 11 de abril, el fiscal adjunto Habib B. Balian repitió a Jesic los argumentos de la Fiscalía que cuestionan si en realidad los hermanos están «totalmente rehabilitados», y presentó pruebas en las que se demostraba que los hermanos habían mentido durante el primer juicio, alegando que a lo largo de sus años en prisión nunca se habían retractado de sus declaraciones.
Por su parte, la defensa, representada por el abogado Mark Geragos, negó que los hermanos no hayan mostrado signos de «arrepentimiento y remordimiento», y subrayó que lo importante es centrar la atención en las acciones que ambos han llevado a cabo desde su encarcelamiento en 1990.
También alegó que el tribunal tenía autoridad para proceder a una nueva sentencia en virtud de la Ley 1172, aprobada en 2023, que permite al tribunal revocar una sentencia y reiniciar una nueva.
Según anticipa Cazares, en las audiencias programadas para los días 17 y 18 de abril se presentarán prácticamente los mismos argumentos, y es probable que tanto la defensa como la fiscalía convoquen a algunos testigos. No se espera que los hermanos tengan alguna intervención.
«El juez tendrá que sopesar ambos argumentos: la alegación de rehabilitación y remordimiento de la defensa frente a la postura de la acusación sobre la falta de responsabilidad. Es una decisión difícil», advierte el exfiscal.
También existe la posibilidad de que la decisión del juez Jesic no sea inmediata. Según explica Cazares, aunque el magistrado tiene la facultad de aceptar la moción e incluso dictar una nueva sentencia en ese mismo momento, lo más habitual en casos de alto perfil es que se tome un tiempo para redactar por escrito las razones que respaldan su decisión. Por ello, lo más probable es que la resolución no se conozca el mismo viernes.