El senador demócrata estadounidense Van Hollen no consigue ver al salvadoreño Kilmar Ábrego
San Salvador, 17 abr (EFE).- El senador estadounidense Chris Van Hollen (demócrata) trató este jueves, sin éxito, de visitar al salvadoreño Kilmar Ábrego García, detenido en la megacárel Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) tras ser deportado desde Estados Unidos a pesar de tener un estatus legar en el país norteamericano, al ser parado por unos soldados en un control a escasos kilómetros de la prisión.
«Esta mañana traté nuevamente de hacer contacto con el señor Ábrego García, dirigiéndome a la prisión del Cecot (…) nuestra meta era muy sencilla, verificar el bienestar del señor Ábrego García pero fuimos retenidos por un retén que estaba más o menos a 3 kilómetros de la prisión», dijo el senador en una conferencia de prensa brindada en un hotel de la capital.
El senador estadounidense relató que «los soldados nos dijeron que habían sido ordenados a no dejarnos pasar más allá de este punto».
«Desde el momento en que el señor Ábrego García fue raptado de Maryland (EE.UU.) y traído acá no ha tenido ninguna comunicación con nadie», apuntó e indicó que «tanto su esposa como su abogada han tratado de contactarse con él sin ningún resultado positivo».
Van Hollen, quien llegó el miércoles a El Salvador con el objetivo de verificar las condiciones en las que se encuentra Ábrego García lo que no ha sido posible, hasta el momento, reiteró que «no hemos podido, de ninguna manera, saber cómo está de salud y cómo está su bienestar».
Además, el senador apuntó que la embajada de Estados Unidos en El Salvador «no le ha pedido al presidente Trump que haga algunas averiguaciones acerca de cómo está el señor Ábrego García».
«Esta incapacidad de comunicarnos con él (Ábrego) y saber cómo está es una violación a la ley internacional, porque El Salvador también es parte del convenio internacional de derechos humanos», añadió.
El político aseguró que mientras el salvadoreño «no tenga el debido proceso, voy a seguir con este caso» y apuntó que «no seré el único en venir aquí (a El Salvador), van a venir muchos detrás de mí».
«No estoy aquí para abogar sobre cualquier otra situación más que para abogar por la justicia y el debido proceso para el señor Ábrego García», agregó.
Van Hollen fue recibido el miércoles por el vicepresidente salvadoreño, Félix Ulloa, a quien le pidió la liberación de Ábrego. No obstante, el Ulloa respondió a la solicitud que «no estaba dentro de sus posibilidades».
El senador estadounidense ha asegurado, en reiteradas ocasiones, que Ábrego no es miembro de la MS13 y que no ha cometido algún delito en el país norteamericano.
El salvadoreño Ábrego es uno de los más de 200 migrantes -en su mayoría venezolanos- que fueron expulsados de EE.UU. el pasado 16 de marzo y enviados a la prisión de alta seguridad sin posibilidad de apelar sus casos ante una corte, lo que grupos de defensa de los derechos humanos han calificado como «desaparición forzada».
El Gobierno del presidente Donald Trump ha defendido las expulsiones acusando a los migrantes de tener vínculos con las organizaciones delictivas transnacionales Tren de Aragua, que surgió en una cárcel de Venezuela, y la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), calificadas recientemente por Washington como grupos terroristas.»
Sin embargo, múltiples investigaciones de medios estadounidenses han demostrado que la mayoría de los migrantes expulsados a El Salvador no tienen antecedentes penales.
El salvadoreño, que fue arrestado por autoridades migratorias en un retén de tráfico, tenía un estatus legal en EE.UU. que lo protegía de la deportación y está casado con una ciudadana estadounidense.
Ábrego García residía en el estado de Maryland, tras huir de El Salvador por las extorsiones y amenazas que él y su familia recibieron por parte de la pandilla Barrio 18, de acuerdo con documentos judiciales presentados por su defensa.