Reportajes

ENTREVISTA A UN CENTENARIO

 

 

centenario

Por: María Teresa Patiño Amor

En más de 20 años de carrera he entrevistado a cientos de personajes. Pero, el de esta ocasión, además de permitirme hacer un repaso histórico, a través de sus relatos, ha sido el más difícil de abordar. Según él, no tiene mucho que decir. “Pregunta, a ver si te puedo contestar”, espeta.

La modestia y parquedad son inherentes a este longevo ingeniero de profesión, quien se precia de conocer a las personas observando su actuar. Confiesa que lo mejor de llegar a 101 años, es hacerlo con la mente clara.  Aunque su movilidad sea limitada, su mente vuela como en la mocedad, para comprender y comparar cuanto acontecimiento histórico ha vivido.

Su edad le da derecho a expresarse con libertad, no hay ataduras ni compromisos, más que con sus principios.

Para Alirio Patiño, en lo nacional, lo más trascendente es la firma de los Tratados Torrijos Carter, “permiten a Panamá ser soberana en todo su territorio”. Lo de mayor impacto, la Segunda Guerra Mundial, “aquí se vivió muy fuerte porque se esperaba un ataque japonés al Canal. Durante el blackout, vivimos las noches en total oscuridad”.  En esa época, dice, se vio mucho dinero por la presencia de las tropas norteamericanas y las bases establecidas para preservar la seguridad del Canal. Sin embargo, al final de la guerra “supuso un problema nacional desmantelarlas. Se había acordado se quedarían hasta la firma del tratado de paz, pero como las naciones del Eje se rindieron de forma incondicional, la potencia se consolida y arraiga, lo que da lugar a una lucha generacional que termina con los tratados del Canal”.

En materia científica destaca la erradicación de la fiebre amarilla que diezmó a los franceses en su intención de unir los océanos, así como la llegada del hombre a la luna, “conquistas que evidencian el ingenio humano”.

De hoy, le impacta que por primera vez un gobierno lleve a la justicia a delincuentes de cuello blanco, “aunque sea dándoles país por cárcel a esos que siempre tuvieron el privilegio de delinquir sin castigo”.  Dicho esto, da un voto de confianza a Juan Carlos Varela, “aunque no voté por él, me satisface haya triunfado sobre el partido de Martinelli”.

Aprovechando la mención, del ex presidente vinculado a los escándalos que nos abruman, afirma con severidad “a mí nunca me engañó Martinelli”.

En su opinión uno de los mejores mandatos fue el de Belisario Porras “por las reformas que introduce y provocan la modernización del Estado”. A los gobiernos, asegura, siempre se le han atribuido robos, pero nunca en las proporciones de ahora.

“Los políticos de ayer eran menos mentirosos que los de ahora”, y con Torrijos la clase dominante del país es desplazada del poder. “Esa clase que ha vuelto a introducirse en la política, pero sin los poderes absolutos de antes”.

Al mencionar nombres estas son sus reflexiones:

Varela: Critican su lentitud de manera despectiva, pero es mejor evaluar que actuar con ligereza.

Martinelli: Mentiroso. Es capaz de cualquier cosa.

Torrijos: Amigo de las clases populares.

Noriega: Malo, desleal. Sus actos llevaron a la invasión.

Endara: Un hombre realmente honesto.

Chinchorro: Siempre aspiré volviera a la Contraloría. Tuvo el valor y capacidad de decir que no al Ejecutivo. Al igual que Martín Sosa que dijo no a las pretensiones de Harmodio Arias,  a quien su hermano Arnulfo pedía pagar la inscripción de su partido.

Roberto F. Chiari: Hombre de pocas palabras. Nadie pensó tuviera el valor que demostró con los hechos de 1964, que incluyó romper relaciones con EEUU.

Arnulfo Arias: Gran carisma, pero algo loco.

Martín Torrijos: Incoloro.

Mireya Moscoso: Aprovechó el caudal político del esposo.

Ernesto Pérez Balladares: le di  mi voto, pero intenta neutralizar a quien quiera enfrentarlo.

A propósito el entrevistado es mi papá, un hombre que nos lega su enorme sabiduría, además de valores como lealtad, honestidad y amor a la familia y la patria.