Evitamos una catástrofe sanitaria y viene una fase difícil del relajamiento

Por Roberto Rolando RODRIGUEZ

Hoy, quiero cometer una jugada de out site. Resaltar lo que mi país es en cuanto a su destino solidario. Recuerdo las inundaciones en Pacora, Margarita, Tuira y los terremotos de Puerto Armuelles y Bocas del Toro, el país se volcó a solidarizarse con nuestros hermanos afectados.

Cuando la invasión del ejército de los Estados Unidos y se tomó las ciudades en todo el país, con una cuarentena militar de ocupación disfrazada, nos quedamos en casa pero cuando los panameños salieron de esa cuarentena, salieron a reconstruir un país devastado por pasiones políticas con protestas que destruyeron economía y llevaron a todos al borde del odio de unos con otros.

Los expertos pronosticaron necesitar más de diez años para levantar la economía y no fue así. En menos 6 años la reactivación comenzó a caminar.

Hoy día, si la mayoría no hubiera cumplido con quedarse en casa, los contagiados por el nuevo coronavirus pudieran haber resultados cerca de 24 mil, los hospitalizados arriba de 2 mil, en la unidad de cuidados intensivos promediando los 2 mil pacientes, y los muertos entre 240 y 1200. ¡Que catástrofe horrible!

Si en algo caracteriza al panameño es su confianza en sí mismo, su cultura de asimilar mensajes y actuar en disciplina, sabiendo escoger entre lo bueno y lo que no conviene.

La cuarentena, esa cuestionada por los de otra agenda,  no lo permitió. Diga lo que se diga la cuarentena no lo permitió. No vimos esa escena horrible. Aquella de pacientes en los pasillos en el suelo, cadáveres amontonados por todos lados, las UCI sin respiradores mecánicos suficientes, y lo más impresionante, médicos en cuclillas, extenuados, cansados y frustrados porque muchos de sus pacientes, se les fueron sin signos vitales.

Gracias Panamá. Por eso al principio dije, “voy a cometer una jugada de out site”. Debemos felicitarnos porque ayudamos a que esas escenas de otros países, no ocurrieran o no se repitieran.

Es un abrazo tremendo pero con distanciamiento social al que los invito a darnos.  Ahora viene otra fase difícil y no quiero hablar de lo peor pero con algo de experiencia. ¡Viva Panamá!  ¡vivan los médicos!  ¡vivan las autoridades!.