Factura electrónica es una alternativa al uso del equipo fiscal
La Dirección General de Ingresos (DGI) informa que el Proyecto de Factura Electrónica busca brindar una alternativa al uso del equipo fiscal, potenciar el comercio electrónico, aumentar la productividad de los negocios y coadyuvar a la conservación del medio ambiente mediante la reducción del uso del papel.
“Durante el plan piloto se harán pruebas, ajustes y se tomarán las lecciones aprendidas con el fin de realizar las mejoras antes de su implementación masiva voluntaria”, explicó Publio Cortés, Director General de Ingresos.
La introducción de la factura electrónica es otra iniciativa dirigida a impulsar la economía digital, apoyar la innovación de los procesos empresariales para incrementar la competitividad del sector privado y para fortalecer la administración tributaria. Su adopción es voluntaria y se apega a la Constitución y a las leyes; por tanto, se respeta la privacidad de las personas.
“Los consumidores finales no están obligados a identificarse con sus datos personales para obtener una factura impresa tampoco tendrán que hacerlo en el caso de las facturas electrónicas. Tal como ocurre en la actualidad, los consumidores tendrán la opción de pedir facturas a su nombre cuando lo requieran para deducirlas como gastos”, indicó Cortés.
El modelo de factura electrónica para Panamá se basa en cuatro pilares fundamentales: la simplificación de las obligaciones tributarias, la promoción del comercio electrónico, la reducción de costos para las empresas y la protección del medio ambiente.
En materia de comercio electrónico, se prevé que incrementará las oportunidades de negocios para las empresas así como las transacciones digitales en Panamá.
En el sector empresarial, la iniciativa nace como una respuesta a la necesidad de mejorar la competitividad y reducir costos, produciéndose ahorros de hasta 400 millones de balboas anuales por la compra y mantenimiento de equipos, impresión y almacenamiento de facturas.
“En el plan piloto participan 43 empresas que decidieron libremente sumarse a este periodo de prueba. Una vez culminada esta etapa ─en agosto de 2018─ se iniciará su adopción masiva, siempre de forma voluntaria”, señaló Cortés.
Es importante destacar que para el funcionamiento de la factura electrónica, tanto las empresas grandes como medianas, tendrán la opción de realizar los ajustes a sus sistemas de facturación a través de sus equipos de programadores o con su proveedor de tecnología. En ese sentido, no habrá obligación de contratar a un proveedor en particular, es decir que cada empresa es libre de elegir sus proveedores.
En cuanto las pequeñas y microempresas, para facilitar su inclusión el Estado otorgará una aplicación gratuita, la cual podrá ser operada desde cualquier computadora o dispositivo móvil.