Felipa a sus 107 años muele maíz, prepara sancochos y camina una hora
Doña Felipa Rodríguez muele maíz, prepara sancochos, asa tortillas, asiste a misa y realiza caminatas de hasta una hora. A sus 107 años, esta beneficiaria del programa 120 a los 65 del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), mantiene intactas sus fuerzas, esas que le ayudaron a criar a sus 10 hijos en las montañas de la provincia de Veraguas.
Nació el 7 de febrero de 1914 cuando la República de Panamá apenas tenía su sexto presidente (Belisario Porras). Creció entre matas de café, entre árboles de naranjas, entre ríos y montaña, disfrutando el placer que sólo brinda el campo.
Trabajó desde siempre, en la huerta de sus padres, pilando arroz, pero gran parte de su vida la ha dedicado a su familia. A educar a sus hijos, el mejor trabajo que pudo tener y del cual se siente orgullosa. Por eso nunca pudo cotizar un seguro social, porque en sus años mozos en el corregimiento de El Cuay en el distrito de Santa Fe no había empresa o fábricas que otorgaran plazas de empleos.
Para esa época los sistemas de protección social a favor de los trabajadores apenas se estaban gestando. Por esa razón, la transferencia que recibe trimestralmente representa la jubilación que nunca tuvo, pero que siempre mereció. Al igual que ella, 73 mil 367 mujeres con una historial similar también están bajo la protección de 120 a los 65.
Su hija Rosa Urriola la describe como una madre ejemplar que hizo todo por el bienestar de su familia. “A pesar que vivimos con limitaciones recuerdo que éramos profundamente felices, porque reinaba un ambiente de alegría y buen humor”, reflexiona Rosa.
Asegura que su madre siempre actuó con amor, con paciencia con esas virtudes que distingue a las madres y que las hace un ser especial.
Desde el 2009, Felipa recibe una transferencia económica que le sirve para comprar alimentos y artículos de primera necesidad, lo demás lo guarda para pagar cosas aquí y otra deuda doméstica por allá.
Felipa es la matriarca de su familia compuesta por 16 nietos, 11 bisnietos y un tataranieto. Nunca asistió a la escuela, pero educó a sus hijos con valores. Le inculcó desde pequeño tres cosas que para ella forman a una persona: trabajo, respeto y honestidad.
Lleva más de 72 años casada con Cirilo Urriola de 93 años, su eterno compañero con el que ha compartido el mejor regalo que le ha dado la vida: sus hijos.
Pero, al margen de todo lo vivido, realmente hay una pregunta que planea en la mente de todos los que tienen el gusto de conocerla. Y a la que la anciana contesta con mucha naturalidad. ¿Cuál es el secreto para vivir tanto?
Confiesa que la respuesta está en dormir mucho, asistir a misa, comer bajo en grasa, alejarse de las bebidas azucaradas y tomar una taza de café a las 4:00 de la madrugada. Secretos que seguramente le sirvan para volver a soplar las velas el próximo 5 de febrero cuando cumpla 108 años.
Es devota de San Andrés y a él le confiere su buen estado de salud. Por eso todos los domingos asiste a la capilla para pedirle por la salud de los suyos y para que le siga extendiendo los años y poder seguir con el placer de levantarse con el sonido de los gallos y dormirse a la sombra de la brisa del campo.
120 a los 65, un programa que restituye los derechos
La ministra del Mides, María Inés Castillo, explicó que un total de 574 panameños (as) mayores de 100 años están cubiertos por 120 a los 65. Se trata de ciudadanos con derechos a controles médicos y programas sociales dirigidos a proteger sus derechos.
Castillo enfatizó que se han hecho esfuerzos por ampliar la cobertura de este programa. Este 2021 se han incluido 5 mil 425 adultos mayores a 120 a los 65.
Abuelos que viven en el umbral de la pobreza y que han mejorado su calidad de vida al contar con ingresos fijos que cubren sus necesidades primarias.
La titular de la cartera social indicó que estos programas restituyen los derechos y combaten la pobreza de los panameños (as) que se han quedado atrás en el desarrollo social, expuestos por el brote de la pandemia por la Covid-19.
Castillo reconoció que Doña Felipa representa a la mujer rural que con su trabajo y dedicación han contribuido al desarrollo de una sociedad forjada en valores y principios.
La directora regional de Veraguas, Itzela García, recordó que 120 a los 65 brinda protección a 9 mil 294 mujeres de la provincia de Veraguas que no tienen una jubilación.
“Nuestras beneficiarias son mujeres humildes, que trabajaron toda su vida en el campo. Lo que procuramos es que sus derechos no sean vulnerados preservando en todo momento la seguridad alimentaria de cada uno de ellos”, afirmó García.
Felipa ha vivido acontecimientos históricos. Presenció la llegada de la radio en Panamá a principios de 1930, la llegada de la televisión en 1960 y era una niña cuando estalló la Gripe Española (1918). Actualmente ostenta un récord en su provincia. De acuerdo al Tribunal Electoral es la mujer más longeva que ha emitido un voto desde los comicios electorales de 1994. Y seguirá acumulando experiencias tanto como pueda.
En el Día de las Madres, Felipa asegura que la mejor herramienta para ejercer la maternidad es el amor. Una lección de vida que ha practicado y que le ha funcionado para construir su familia, que es su mejor legado.