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Isabel De Saint Malo destaca “nitidez” del proceso de extradición de Martinelli

La vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel De Saint Malo, destacó hoy la “nitidez” con que el Ejecutivo cumplió su rol en la extradición del expresidente Ricardo Martinelli, entregado el lunes por EE.UU. por un caso interceptación ilegal de las comunicaciones a más de un centenar de personas.

De Saint Malo recordó que la Cancillería cumplió con tramitar ante las autoridades de Estados Unidos el pedido de extradición emanado de la Corte Suprema de Justicia, la llamada a procesar a Martinelli dada su condición de diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen).

“El hecho de que esta extradición culmina de manera satisfactoria”, es decir, con la entrega del expresidente, “es la mejor prueba de que se cumplió con los protocolos nacionales e internacionales”, dijo De Saint Malo a los periodistas.

Afirmó que una vez en tierra panameña, se ejecutaron de “manera satisfactoria” tanto la recepción como el traslado de Martinelli a El Renacer, la cárcel de mínima seguridad ubicada en las afueras de la capital, lo que implicó la actuación de los cuerpos de seguridad del Estado y del Ministerio de Gobierno.

“Concluido todo eso, donde el Gobierno Nacional ha actuado de manera responsable dentro de lo que le atañe, corresponde a la Corte Suprema de Justicia” la custodia del que fuera jefe del Estado panameño entre 2009 y 2014, dijo la vicepresidenta.

Añadió que tanto la seguridad en torno a Martinelli así como su internamiento en un hospital público, debido a una crisis de hipertensión, han sido solicitudes del máximo tribunal, con el que el Ejecutivo coopera.

Sobre el traslado del expresidente a Panamá en un vuelo privado desde Miami, la ciudad estadounidense donde estuvo detenido en una cárcel federal durante un año a razón del pedido de extradición, De Saint Malo aseguró que se trató de una decisión “enteramente de Estados Unidos”.

“Se nos dijo, el Gobierno de Estados Unidos nos compartió, que ellos en distintos casos de extradición de alto perfil lo están manejando en los últimos años así, porque han tenido problemas en casos anteriores cuando utilizan vuelos comerciales”, explicó la vicepresidenta y canciller panameña.

La defensa de Martinelli dijo la semana pasada, cuando anunció que el Departamento de Estado estadounidense había autorizado la extradición, que Panamá había solicitado que el traslado del expresidente se hiciera en “un vuelo chárter, porque ellos (el Gobierno panameño) no quieren un show con los medios”.

Martinelli, de 66 años, está hospitalizado desde la noche del lunes pasado y después de que asistió a “una audiencia de comunicación de derechos” en la que el juez de la causa le informó que seguirá bajo detención preventiva debido al peligro de fuga, como dictó en diciembre de 2015 el pleno de la Corte Suprema.

La defensa ha pedido que esa medida de detención sea cambiada con el argumento de que la condición de salud de Martinelli impide que esté en una cárcel.

Ese argumento ha sido refutado por algunas de las supuestas víctimas de las escuchas ilegales, que afirman que el tema de la salud no fue impedimento para la detención del expresidente durante un año en una prisión estadounidense.

Solo el pleno de magistrados del Supremo puede decidir sobre las medidas cautelares de Martinelli, que se enfrenta a una pena de hasta 21 años de prisión por la causa de las interceptaciones telefónicas ilegales durante su mandato.

El Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó su extradición bajo la regla de especialidad prevista en un Tratado bilateral en la materia vigente desde 1905, lo que significa que el exmandatario solo será juzgado en su país por el caso de las escuchas, una de las cerca de 10 causas penales que le ha abierto el Supremo.