Falta inteligencia: La fuerza del Estado debe imponerse a la organización criminal “El Tren de Aragua”
Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá
Ante la preocupación por la presencia del grupo criminal venezolano “El Tren de Aragua” en territorio panameño, las autoridades están evaluando una serie de medidas contundentes para frenar la influencia de esta temida organización criminal.
El ex mayor y experto en seguridad nacional, Felipe “Pipe” Camargo, ha propuesto acciones drásticas, mientras que el criminólogo Álvaro Menéndez advierte sobre los peligros que representa este grupo en el país.
Felipe Camargo ha señalado la necesidad urgente de reforzar las fronteras, enfocándose especialmente en las personas jóvenes y sin documentación adecuada.
“Cerrar fronteras a cualquier venezolano que tenga un perfil de menos de 30 años, que llegue sin papeles, debe ser una prioridad. Migración debe convertirse en la primera línea de defensa en el Plan General del Gobierno”, subrayó.
Para Camargo, los controles fronterizos, especialmente con Colombia, son fundamentales, ya que considera que Venezuela no colaborará con información sobre sus ciudadanos debido a la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Camargo también advirtió sobre la posibilidad de que integrantes de “El Tren de Aragua” se infiltren en futuras protestas en Panamá, con el fin de desestabilizar al gobierno, y sugirió un enfoque severo para enfrentar a quienes cometen delitos bajo el paraguas de esta organización. “Debemos ser firmes. El uso de la fuerza letal contra ellos es una opción que debe considerarse”, indicó.
Por su parte, el criminólogo Álvaro Menéndez destacó que la banda criminal ha estado operando en Panamá desde hace algunos años, según información de inteligencia.
“El Tren de Aragua es una de las megabandas más peligrosas de Venezuela, originada en el Estado de Aragua, y está implicada en delitos como el tráfico sexual, la trata de personas y el narcotráfico“, afirmó.
Menéndez advirtió que la situación es especialmente delicada en la región del Darién, donde los delincuentes podrían entrar al país aprovechando el flujo de migrantes.
“Esta banda criminal se caracteriza por sus tatuajes distintivos, como las letras ‘HJ’ (Hijos de Dios) o la frase ‘Hasta la Muerte’, así como el dibujo de un tren. La inteligencia policial debe estar atenta a estos detalles para identificar a los miembros del grupo”, explicó Menéndez.
El criminólogo también subrayó la importancia de la cooperación con las autoridades colombianas para frenar la llegada de miembros de “El Tren de Aragua” a Panamá.
“Es importante una política migratoria estricta para impedir su ingreso y coordinar acciones con la policía de Colombia, pese a las dificultades con Venezuela”, señaló.
Además, alertó sobre el modus operandi de la banda en países como Perú, donde han implementado esquemas de extorsión a comerciantes, taxistas y conductores de buses, lo que podría replicarse en Panamá.
Finalmente, ambos expertos coincidieron en la necesidad de una respuesta enérgica por parte del Estado. Menéndez sugirió que los organismos de seguridad como el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y Migración deben fortalecer los controles en las fronteras, así como utilizar la inteligencia policial para identificar y desarticular las operaciones de “El Tren de Aragua”.
La amenaza de esta organización sigue en aumento, y el Estado panameño enfrenta un desafío que requiere medidas urgentes y decisivas para proteger a la población.
El Presidente de la República, José Raúl Mulino reconoció la presencia y la alianza de El Tren de Aragua y del Clan del Golfo con las pandillas locales.