La misión china Shenzhou-18 despega con éxito a la estación espacial Tiangong
Pekín, 25 abr (EFE).- La nave espacial china Shenzhou-18 despegó este jueves con tres astronautas a bordo con destino a la estación espacial Tiangong, y así se convertirá en la séptima misión tripulada en alcanzar la infraestructura y la tercera en abordarla desde que se completó su construcción a finales de 2022.
Un cohete Larga Marcha 2F impulsó con éxito este jueves a las 20:59 hora local (12:59 GMT) la nave espacial desde la base espacial de Jiuquan, situada en un área desértica en el norte del gigante asiático.
La misión, que tiene una duración prevista de seis meses, está comandada por el veterano astronauta Ye Guangfu, de la segunda generación de astronautas chinos, e incluye a dos debutantes: Li Cong y Li Guangsu, ambos de la tercera generación.
Los tres “taikonautas” (como se conoce a los cosmonautas chinos) puestos hoy en órbita serán los terceros tripulantes de la Tiangong, desde la cual tienen previsto llevar a cabo “dos o tres actividades extravehiculares y seis salidas por la escotilla de carga durante su estancia de 6 meses en órbita”, reveló este miércoles la Agencia Espacial de Misiones Tripuladas (AEMT) de China.
Además de la tripulación, la Shenzhou-18 también transporta material experimental y muestras para llevar a cabo el primer proyecto nacional de investigación ecológica acuática en órbita.
Se espera que la nave espacial tarde entre seis y siete horas en acoplarse a la Tiangong, donde se encontrará con los actuales ocupantes de la estación, la tripulación de la Shenzhou-17, con quienes convivirán hasta el próximo 30 de abril.
La Shenzhou-18 es la novena nave que visita la Tiangong, que operará durante unos diez años y se convertirá a partir de este 2024 en la única estación espacial del mundo si la Estación Espacial Internacional, una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso por los lazos militares de su programa espacial, se retira este año tal y como está previsto.
China ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha conseguido alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna -primera vez que se logra- y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país -tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética- en “amartizar”.