Expresiones

Laberinto vehicular

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Por: Daniel Rivera

Panamá es un país que de la noche a la mañana registra un crecimiento en todo el sentido de la palabra, incluyendo el aumento vertiginoso de automóviles que convierten en un verdadero laberinto las diferentes avenidas de nuestra urbe capitalina.

Resulta tan difícil desplazarse de un punto a otro de la ciudad que lo que puede tomar entre diez o quince minutos, se transforma hasta en horas, no importando la hora pues los tranques se registran durante todo el día sin que se vea una acción clara de nuestras autoridades para agilizar el tráfico.

Lo cierto es que los automovilistas debemos lidiar con toda clase de problemas lo que hace que muchas personas se enfermen producto del estrés que genera manejar en Panamá.

Va siendo hora que se realicen políticas clara sobre que vamos a hacer, ya que hasta el sol de hoy solo vemos tibios paliativos, cuando en realidad lo que se requiere es soluciones concretas.

Los corredores construidos a finales de los 90 solo generan un gran embudo tanto a la entrada como a la salida, tomando en cuenta que desembocan en las mismas vías principales con más de cincuenta años.

El desarrollo es bienvenido,  pero debe venir acompañado con un plan que incluya un real ordenamiento por lo menos a 30 años, mientras se siguen planificando nuevas estrategias para poner en práctica y evitar el caos que tenemos en la actualidad, si esto no lo hacemos así,  olvidémonos de sentirnos orgullosos de tener un país moderno.

Corresponde a los municipios, Autoridad de tránsito, a los diputados y al Ministerio de Obras Publicas hacer esa planificación,  pero hay que hacerla ya porque vamos camino a tener por país una verdadera playa de estacionamiento.