Las Bondades y Sacrificios del Diplomático de Carrera en Panamá
Por Edwin Cuevas Rodríguez
Profesor Universitario y Diplomático de Carrera
El 20 de agosto es una fecha significativa para la diplomacia panameña, ya que se celebra el Día del Diplomático en honor al ilustre Dr. Ricardo J. Alfaro. Este destacado diplomático, quien además de haber sido presidente de Panamá en 1931, jugó un papel crucial en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
En este día, es importante reflexionar sobre las bondades y sacrificios de ser un diplomático de carrera en Panamá, así como sobre la evolución y proyección de la diplomacia panameña, siguiendo el ejemplo del Dr. Alfaro.
El Legado del Dr. Ricardo J. Alfaro
Ricardo J. Alfaro es una figura emblemática en la historia de la diplomacia panameña. Su carrera fue un testimonio de compromiso con la paz, los derechos humanos y la justicia internacional. Como representante de Panamá en el servicio exterior, Alfaro contribuyó significativamente a la formulación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un documento que ha tenido un impacto duradero y sobresaliente en la protección de los derechos humanos a nivel mundial.
Su legado no solo se limita a su trabajo en la Organización de las Naciones Unidas ONU; también abarcó esfuerzos diplomáticos para mejorar las relaciones internacionales de Panamá y promover la justicia en el ámbito internacional. Alfaro, es un modelo de integridad y dedicación para los diplomáticos panameños actuales y futuros.
La Diplomacia Panameña de Antes y Ahora
En los tiempos del Dr. Ricardo J. Alfaro, la diplomacia panameña se centraba en establecer la presencia de Panamá en la comunidad internacional y en defender los intereses del país en un mundo que estaba reorganizándose después de la Segunda Guerra Mundial. Los diplomáticos de esa época enfrentaban el desafío de posicionar a Panamá como un actor relevante en los foros internacionales, a pesar de las limitaciones económicas y geopolíticas.
Hoy en día, la diplomacia panameña ha evolucionado y se ha adaptado a un mundo globalizado y altamente tecnológico-digital. Los diplomáticos panameños de carrera actuales no solo representan a su país en el extranjero, sino que también juegan un papel vital en la promoción del comercio internacional, la atracción de inversiones, la protección de los derechos de los panameños en el exterior y la promoción de la cultura panameña. También bajo esa línea, Panamá ha asumido un rol activo en la cooperación internacional, el desarrollo sostenible y la defensa de los derechos humanos y la sostenibilidad ambiental.
Bondades de Ser Diplomático de Carrera
Ser diplomático de carrera en Panamá ofrece numerosas bondades. Entre ellas se encuentran la oportunidad de representar al país en el escenario internacional, lo que permite influir en la política mundial y promover los intereses de Panamá.
Los diplomáticos tienen la posibilidad de vivir en diferentes países, lo que enriquece su perspectiva en ámbito de la diplomacia cultural y profesional, se puede hacer de una frase histórica propia del día a día dentro de la administración pública como credo, “No pienses qué puede hacer tu país por ti. Piensa qué puedes hacer tú por tú país”. (Kennedy 1961)
La formación continua es otra ventaja significativa, ya que los diplomáticos reciben capacitación constante en diversas áreas, desde relaciones internacionales y economía global hasta idiomas y protocolo diplomático. Este aprendizaje constante no solo mejora sus habilidades profesionales, sino que también les permite adaptarse a los desafíos cambiantes del mundo moderno.
Sacrificios del Diplomático de Carrera
Sin embargo, la vida de un diplomático de carrera también conlleva sacrificios. La separación de la familia en algunos destinos o el tiempo de la familia y amigos es uno de los mayores desafíos, ya que los diplomáticos suelen estar asignados a misiones en el extranjero durante largos periodos. La adaptación a diferentes culturas y entornos puede ser exigente, y la constante movilidad puede afectar la estabilidad familiar.
Al mismo tiempo, los diplomáticos a menudo trabajan en entornos de alta presión, donde las decisiones deben tomarse rápidamente y pueden tener consecuencias significativas. La responsabilidad de representar y defender los intereses de Panamá en el extranjero requiere un alto nivel de sacrificio, compromiso y dedicación, en un mundo saturado y congestionado donde el control de las emociones en diversas situaciones es sumamente importante en el desarrollo personal y laboral.
Proyección Futura de la Diplomacia Panameña
Mirando hacia el futuro, la diplomacia panameña se perfila para seguir los pasos del Dr. Ricardo J. Alfaro, adaptándose a los desafíos y oportunidades del siglo XXI. Los diplomáticos panameños de carrera continuarán desempeñando un papel clave en la promoción del comercio internacional, la defensa de los derechos humanos y la cooperación internacional para el desarrollo sostenible.
La capacitación y el desarrollo profesional seguirán siendo esenciales para preparar a los diplomáticos para enfrentar los desafíos globales. También, la adopción de tecnologías digitales y el fortalecimiento de las relaciones internacionales a través de la diplomacia cultural y económica serán fundamentales para la proyección de Panamá en el escenario global.
Parte de ese futuro en la Diplomacia y con la llegada de la reciente administración del presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha generado un ambiente de optimismo entre diplomáticos de diversos niveles. Muchos de ellos ven con esperanza la implementación de su compromiso de aumentar el número de representantes de la Carrera Diplomática y Consular en el Servicio Exterior. Este enfoque busca materializar las promesas realizadas durante la campaña electoral, encaminándose hacia una renovación de la política exterior del país de forma transparente y justa.
En este Día del Diplomático, recordamos con orgullo el legado del Dr. Ricardo J. Alfaro y celebramos las bondades y sacrificios de ser un diplomático de carrera en Panamá. Su ejemplo nos inspira a continuar trabajando por un mundo más justo y pacífico, representando a nuestro país con aptitud, voluntad, integridad y dedicación.