Las Ferias Libres y su papel en la sociedad
Por Margaliza Velasco
Panamá no se escapa a la globalización mundial de las economías, donde nos prometieron que de este Nuevo modelo de negocio mundial, nos abaratarían el costo de los alimentos y de los bienes de consumo. La práctica ha demostrado que no ha sido así y todo debido a que las intermediaciones se quedan con ese diferencial. En viajes que he realizado a países vecinos me indican que nuestro país se ha tornado como uno de los más caros de la región, trayendo como resultado un alto costo de la vida para el panameño común.
Ahora bien, como podemos enfrentar este desafío?
Pues bien, en primer lugar, el gobierno debe definir y operacionalizar políticas congruentes hacia el sector agropecuario, productor, transformador y comercializador; el sector productor tiene que invertir en la innovación tecnológica de manera que ya se deje de pensar en que son agricultores y no empresarios; la investigación tiene que trabajar más hacia la validación de tecnologías ya existentes y ponerlas a disposición de los empresarios agropecuarios y comercializadores; hay que poner en práctica las normas de calidad tanto para el producto nacional como para los de importación, esto último se convierte en una barrera a la importación y finalmente, los créditos de fomento deben estar dirigidos hacia la aplicación de tecnologías productivas, sostenibles en el tiempo, es decir, que se paguen y sigan generando riquezas y sean amigables con el ambiente, que frenen la expansión de la frontera agrícola y que no atenten contra el ambiente, que es de todos.
Las Ferias Libres bien concebidas son un medio para que los productores y comercializadores nacionales, se organicen y ofrezcan sus productos a precios justos para ellos y el consumidor.
Mientras más accesibles estén los alimentos, más consumo hay, y puede crecer el intercambio de bienes. Es el momento que el gobierno haga su trabajo, que deje de privilegiar al sector comercializador, que apoye a los productores nacionales y que deje de usar el arroz como producto estrella, pues, los panameños consumimos otros más; para ello, hay que hacer transformaciones y dejar de ver al mercado agrícola como un muro de contención al desempleo. Solo hay que tener voluntad, determinación y ganas de hacerlo.